Pablo Müller-Ferrés Académico Facultad de Administración y Negocios Universidad Autónoma de Chile

​El peso silencioso del desempleo femenino

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Señor director:

El desempleo femenino es mucho más que una estadística: impacta en la estabilidad económica de miles de hogares y, con ello, en la calidad de vida de innumerables familias. Cuando las mujeres pierden o no encuentran trabajo, se resienten sus ingresos y también la fuerza laboral del país, restando diversidad y continuidad a sectores productivos clave.


La situación es más crítica en los hogares monoparentales, donde muchas veces la mujer es la única proveedora. La inestabilidad laboral tensiona los recursos, limita el acceso a servicios básicos y aumenta la vulnerabilidad frente a imprevistos. A ello se suman barreras persistentes, como la discriminación de género y la doble carga de responsabilidades domésticas y laborales, que dificultan reincorporarse al empleo con seguridad y proyección.


Para construir una economía más inclusiva y resiliente, urge implementar políticas que fortalezcan la estabilidad laboral femenina y respalden a quienes sostienen familias monoparentales. Capacitaciones, subsidios temporales, facilidades para las labores de cuidado y medidas de igualdad salarial no son solo actos de equidad: constituyen inversión en la sostenibilidad de nuestra fuerza laboral y en el bienestar social.


La equidad en el empleo femenino no puede ser una meta secundaria, sino una prioridad impostergable. El futuro de muchas familias depende de que asumamos la magnitud del problema y actuemos con decisión para garantizar oportunidades reales y estables para todas las mujeres.


Pablo Müller-Ferrés

Académico Facultad de Administración y Negocios

Universidad Autónoma de Chile

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