Pediatras advierten del impacto del humo de los incendios forestales en la salud de los niños incluso a mucha distancia

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Un vecino ve el avance del fuego, a 25 de agosto de 2025, en A Pobra de Brollón, Lugo, Galicia (España). Un incendio en el municipio lucense de A Pobra do Brollón, originado en la parroquia de Abrence, ha obligado a declarar la situación 2 de emergencia.

La Asociación Española de Pediatría (AEP) ha advertido este martes de que el impacto del humo de los incendios forestales que actualmente afectan a España tienen riesgos para la salud de infantil y adolescente, incluso a cientos de kilómetros de distancia, debido a que las corrientes atmosféricas pueden transportar las partículas contaminantes presente en el humo hasta poblaciones que no tengan un incendio en sus inmediaciones.



El Comité de Salud Medioambiental del organismo (CSM-AEP) ha elaborado un informe en el que detalla que este humo contiene partículas en suspensión finas y ultrafinas (PM2,5), monóxido de carbono (CO), óxidos de nitrógeno (NOx), ácido cianhídrico (HCN) y otros compuestos orgánicos potencialmente cancerígenos, cuya exposición puede tener efectos inmediatos y a largo plazo.



A corto plazo, su inhalación puede provocar un agravamiento de enfermedades respiratorias crónicas (asma, rinitis alérgica), el aumento de infecciones respiratorias agudas, irritación ocular y de las mucosas (conjuntivitis, tos, carraspera) e intoxicaciones por monóxido de carbono o cianuro; mientras que a largo plazo, una exposición repetida puede contribuir al desarrollo de enfermedades respiratorias, cardiovasculares o inmunológicas, además de posibles efectos neurotóxicos que alteren el desarrollo neurológico.



La exposición a este tipo de humo también puede afectar a la salud mental y al bienestar psicológico de los niños, pudiendo generarles ansiedad y estrés, tanto a corto como a largo plazo.



Los pediatras también han mostrado su preocupación por el hecho de que el número de incendios forestales y la superficie quemada en España ha aumentado "significativamente" en los últimos años, según datos del Sistema Europeo de Información de Incendios Forestales (EFFIS), una tendencia que está vinculada al cambio climático y que se prevé que se siga intensificando.



"A estos riesgos ambientales se suma la especial vulnerabilidad de la infancia y la adolescencia, tanto por su fisiología en desarrollo como por su exposición conductual: respiran más aire por kilo de peso que los adultos, suelen pasar más tiempo al aire libre y dependen de los adultos para mantenerse a salvo", han añadido los pediatras.



MEDIDAS CONTRA EL IMPACTO DEL HUMO DE LOS INCENDIOS


Por todo ello, el CSM-AEP ha publicado un documento en el que ha incluido una serie de medidas de prevención y de reducción de los riesgos asociados a este tipo de humo, y en el que se ha incluido la importancia de consultar alertas oficiales, de seguir los avisos de Protección Civil y cuerpos de seguridad y de contactar con el 112 ante indicios de fuego o presencia de humo.



Del mismo modo, ha recomendado vigilar la calidad del aire a través del visor del Índice de Calidad del Aire del Ministerio para la Transición Ecológica (MITECO) o su aplicación móvil.



La organización también ha aconsejado mejorar el aire interior de cada hogar, para lo que se deben mantener ventanas y puertas cerradas, usar purificadores con filtros adecuados (ISO16890 ePM1 o superior) y poner el aire acondicionado en modo recirculación.



Para evitar fuentes adicionales de contaminación en casa, es necesario evitar fumar o hacer uso de sistemas de combustión (leña, gas, velas, barbacoas) durante episodios de alta contaminación.



Usar mascarillas FFP2 también puede ayudar a reducir la exposición a partículas, y su uso en niños se recomienda a partir de los dos años, siempre que las toleren adecuadamente.



Para hacer frente a los incendios, los pediatras han subrayado la importancia de estar preparados frente a emergencias y de contar con suministros básicos tales como agua o comida no perecedera) y de medicación de rescate en caso de sufrir patologías crónicas como el asma. En el caso de que las autoridades recomienden evacuar o en caso de no poder garantizar un ambiente seguro en casa, se deberá realizar una evacuación a lugares habilitados, con climatización y aire filtrado.



Asimismo, han informado de que el mareo, somnolencia, dificultad para respirar o alteraciones del comportamiento pueden ser señales de posible intoxicación por monóxido de carbono y/o ácido cianhídrico, casos en los que se debe de acudir "de inmediato" a un servicio de urgencias. En caso de duda, se puede consultar con el centro de salud o con la Unidad de Salud Medioambiental Pediátrica (PEHSU) de referencia.



Antes de regresar a una zona afectada es importante comprobar tanto la seguridad de la vivienda, el acceso a servicios básicos de agua o electricidad, y limpiar "adecuadamente" antes de exponer a los niños al entorno.



Por último, los pediatras han insistido en la importancia de cuidar la salud mental, y es que los incendios pueden generar efectos psicológicos duraderos en los menores, motivo por el que han recomendado observar cambios emocionales o conductuales y, en caso necesario, solicitar apoyo profesional.




europapress