Hemos observado (https://www.economia.usach.cl/index.php/informes-y-notas/informemacroeconomico-coyuntural), que la economía chilena sigue estable, en los niveles ya conocidos de crecimiento. Ahora, curiosamente, con optimismo se espera que a fin de 2025 el PIB crezca en 2,5% y que la actividad económica siga por debajo de 3%. La previsión del Banco Central para 2025 instala un poco más arriba el límite inferior, entre 2,00% y 2,75%, estimación de crecimiento impulsada principalmente por las exportaciones y claro, por una base de comparación baja. Teniendo en perspectiva el reciente cambio en Hacienda y la responsabilidad fiscal para impulsar el crecimiento, se debe recordar, sin embargo, que desde mediana data hemos estamos creciendo poco: el IMACEC creció, entre marzo 2014 y diciembre 2017, promedio mensual en 1,7% y que, ahora aún estamos creciendo en esos bajos niveles, 2,5% en promedio, entre enero 2024 y junio 2025.
La inflación también sigue en niveles conocidos, aunque el dato del IPC mensual de julio 2025 sorprendió al alza con un 0,9% (segunda mayor cifra del año), lo que elevó la tasa interanual a 4,3%. Salto atribuible al aumento de tarifas eléctricas (+1,5%, en Vivienda y servicios básicos) y +0,9%, en Alimentos y bebidas no alcohólicas. Entonces, es el momento de que recordemos, por ejemplo, que entre marzo de 2010 y septiembre 2019 la inflación anualizada tuvo un promedio de 3,0%, es decir, se mantuvo contenida alrededor de la meta fijada por el Central para mantener estables los precios en Chile. También se debe tener presente que, pese a que se logró bajar la inflación desatada en la pandemia, de tal forma que en marzo de 2024 ya había bajado a 3,7%, no se ha logrado el total control de ella y, en los últimos 16 meses, desde abril 2024 a julio de 2025, la inflación anualizada lamentablemente se ha mantenido, persistentemente, por sobre cuatro por ciento, exactamente en 4,1625%, promedio mensual.
También, se observa con preocupación que la tasa de desempleo en Chile no cede y sigue alta. La tasa de desocupación total pasó de 8,8% a 8,9% entre el mes de abril y mayo de 2025; para el trimestre móvil de abril a junio de este año se mantuvo en 8,9%, nuevamente, implicando un aumento de 0,6 puntos porcentuales en comparación al mismo mes del año anterior. La desocupación masculina pasó de 8,2% en abril a 8,1% en mayo, repitiéndose el mismo resultado en el mes de junio. Por su parte, la desocupación femenina pasó de 9,7% a 10,1% en mayo, para encontrarse en 9,9% en junio. Resultados que muestran la actual fragilidad del mercado laboral, que no se ha podido recuperar a niveles previos al estallido social (octubre 2019). Se puede decir que, en el mediano plazo, la tasa de desempleo es la dimensión económica que menos se ha recuperado post pandemia. Antes de octubre 2019 se mantenía entre 6,5% y 7,5% y, desde septiembre 2022 a la fecha, está sobre 8,0% y más aún, en los primeros seis meses de 2025 su promedio es 8,6166%, tasa que da cuenta de la debilidad de nuestro mercado laboral chileno. El informe de empleo trimestral del Instituto Nacional de Estadísticas (INE) del 30 de julio pasado, indica que en los últimos doce meses se crearon, en términos netos, 141 puestos de trabajo (9.321.521 ocupados en 2025 menos 9.321.380 en 2024, mismo mes).
Se ha observado que la demanda externa neta (exportaciones menos importaciones) se mantiene creciendo, básicamente por factores coyunturales.Los precios de las materias primas (cobre, petróleo) se están ajustando a la baja y el precio del oro, se estabiliza. Sorpresivamente, la Inversión real de la economía (Formación Bruta de Capital Fijo) creció fuerte (5,6%) en el 2º trimestre 2025. Pese a este aumento, se observa que la tasa de inversión (FBCF/PIB) ha fluctuado solo alrededor de 23,5% del PIB, lo que claramente es insuficiente para alcanzar un mayor crecimiento de la economía y salir de los bajos niveles de Producto en que estamos, alrededor de 2,5%.
El Banco Central está ajustando a la baja la Tasa de Política Monetaria, TPM, cautelosamente. La medida se explica por un entorno internacional donde las presiones inflacionarias han tendido a moderarse y por las señales mixtas desde la Reserva Federal (Banco Central de Estados Unidos) que impactaron los flujos de capital hacia economías emergentes como la chilena. En este contexto, el Central optó por reducir, el 29 de julio pasado, la TPM a 4,75%, iniciando un ciclo de flexibilización monetaria. La decisión refleja una evaluación más optimista del panorama inflacionario y una mayor confianza en la consolidación del proceso de convergencia a la meta del 3% en el horizonte de 2 años, ello pese a que la inflación este año se ha mantenido sobre 4%. En el mercado cambiario, el tipo de cambio del dólar mostró en julio mayor volatilidad que el mes anterior, con un rango de cotización entre los $926,51 y $978,07 pesos chilenos y hatenido mayores diferencias de nivel promedio entre julio y agosto 2025, fluctuando alrededor de $951,55 pesos por dólar en julio y a $966,552 en agosto. Evolución que respondió tanto a factores externos, como a la fortaleza del dólar a nivel global y a elementos internos, entre los que destacan las expectativas de ajustes en la política monetaria local, la evolución del precio del cobre y las inquietudes propias de las próximas elecciones presidenciales y parlamentarias.
A la situación de nuestra coyuntura económica, habría que agregar que, durante julio de 2025 y la primera quincena de agosto, el escenario económico internacional continuó mostrando signos de incertidumbre, con mercados atentos a la evolución de los conflictos geopolíticos, a las fluctuantes aplicaciones y “negociaciones” de tarifas de la administración Trump y a las decisiones de política monetaria de las principales economías del mundo.
Los datos, expuesto en este IMC de julio y medio agosto 2025, nos dicen que la economía chilena sigue en fase de ajuste, con una política monetaria algo más expansiva en un contexto de inflación contenida pero alta (sobre 4,0%) y aún expuesta a shocks, principalmente derivados del plano internacional. Aunque se observan señales de recuperación y lento crecimiento, persisten debilidades estructurales como el desempleo y la baja confianza de los agentes económicos, que habrá que buscar la manera de corregir. Santiago, agosto 20 de 2025
Víctor Salas Opazo y Equipo[1] del
Conversatorio de Política Económica
ECPE, Departamento de Economía
Universidad de Santiago de Chile
[1] En el ECPE, además, participan el profesor Carlos Yévenes y Sebastián Cuéllar Pedreros como coordinador de ayudantes de investigación y Pía Inostroza, Arael González, Joaquín Núñez, Kevin Hernández y Emanuel Espinoza como ayudantes de investigación.