A propósito de una editorial

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Salud paciente

Con sorpresa y alegría leí la editorial escrita por el exministro Mañalich el pasado miércoles, titulada “Poder a los pacientes”, relevando la importancia de la educación al paciente en el contexto de aumento de las enfermedades crónicas.


La Encuesta Nacional de Salud del 2017 ya nos mostraba datos preocupantes, estimando en alrededor de 11 millones las personas mayores de 15 años que viven con alguna condición crónica de salud que requieren de atención periódica, indicando además que esto “supera la capacidad de respuesta del sistema de salud”.


Junto a esto, la brecha de profesionales de salud es otra preocupación permanente para quienes somos pacientes crónicos. De acuerdo a datos de la OECD, estamos bastante bajo el promedio tanto en médicos y enfermeras por cada 1000 habitantes, como en personal hospitalario. Pero lo que más preocupa es que sólo el 10% de los médicos del país están en la Atención Primaria. Una estrategia de Universalización de la Atención Primaria, como la que Chile se encuentra implementando, requiere de un compromiso mayor de los profesionales de salud en este nivel de atención y, por lo tanto, de mejores condiciones para ellos. Hoy disponemos de evidencia suficiente para saber que la longitudinalidad de la atención, es decir, poder contar con un médico de cabecera que no sólo me conoce a mí sino también mi contexto, mi familia y, por tanto, con quien puedo desarrollar una relación de confianza, tiene un impacto significativo, además de en la experiencia del paciente, en los resultados de salud, incluida la mortalidad.


¿Por qué traer a la palestra estos antecedentes cuando hablamos de educación al paciente? Porque los pacientes crónicos necesitamos mantener una relación con el sistema de salud de por vida y esa relación, por factores estructurales es hoy una relación frágil, donde un cambio en el lenguaje utilizado por los profesionales de salud es necesario, pero no suficiente.


Una salud centrada en las personas requiere de un sistema que escuche y considere la voz de quienes usan el sistema, o de “aquellos a quienes pertenece el sistema”, citando al actual director de la OMS. Entonces, para dar poder a los pacientes, además de educar hablando de manera simple, se necesita de estrategias, metodologías y equipos preparados para hacer partícipe a la ciudadanía de manera sistemática, tanto en el ciclo de políticas públicas de salud, en el diseño y evaluación de los sistemas de salud como en la toma de decisiones de sus propios esquemas terapéuticos.


Un buen aliado en materia de educación seguimos siendo las organizaciones de pacientes, que acogemos y educamos a quienes son diagnosticados, tanto en el manejo de su enfermedad como en el uso del sistema. Un avance real y significativo en la entrega de poder a los pacientes, también sería que estas organizaciones contaran con el reconocimiento a la labor que realizan, así como con el financiamiento necesario para su continuidad. Somos actores fundamentales en la tarea que el exministro Mañalich convoca y estamos siempre disponibles para aportar a la construcción de un sistema de salud más justo.



Cecilia Rodríguez

Directora

Somos Ciudadanía en Salud

Fundación Me Muevo

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