Capitalismo Aventura

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Alfredo BarrigaEl título no se refiere al nuevo negocio de viajes al espacio, donde compiten Elon Musk, Jeff Bezos y Richard Branson. Se trata de algo que ya tiene décadas de vida, cuyo origen (y desarrollo hasta hace muy poco) estuvo concentrado en un país, y que está comenzando su edad de oro. Me refiero al Capital de Riesgo (Venture Capital o VC por sus siglas en inglés).

Siete de las diez empresas más valiosas del mundo se formaron con VC. Su valor de mercado supera los 18 trillones de dólares (equivalente al PGB de Estados Unidos). Hasta hace poco, el sector VC mundial era sinónimo de Estados Unidos, donde los VC han tenido una rentabilidad anual acumulativa del 17% en la última década. Últimamente, esta concentración está cambiando hacia una globalización, al punto que este año el 51% de las inversiones en VC son fuera de Estados Unidos.

Este año -hasta la fecha – se ha invertido más de 600.000 millones de dólares en VC – 10 veces más que hace 10 años. No solo ha crecido en cuanto a importe y diversificado en cuanto a origen, sino también está comenzando una diversificación en sectores. Ya no son solo empresas tecnológicas, que han sido el motor del VC entre 1995 y 2015. Este año ha visto duplicarse la inversión en energía limpia, biotecnología, y – bueno, sí – turismo espacial. Además, donde antes había un número limitado de fondos con un enorme poder, hoy están entrando actores más tradicionales, y se están generando vehículos financieros que permiten a inversores pequeños participar en el gran juego. La competencia, que siempre es buena, está forzando a los VC de todo tipo experimentar con nuevas estrategias.

El capital de riesgo tiene como objetivo tomar buenas ideas y hacerlas más grandes y mejores. Por supuesto, a mayor riesgo mayores peligros: por eso se llama “capital de riesgo”. Pero lo que puede ser atemorizante para los inversores puede ser bueno para la economía. Es mejor que ese dinero se invierta en empresas novatas con gran potencial que en bonos a interés fijo. El boom en VC realzará la competencia y el premio mayor será la innovación. Un país sin un pujante sector de VC no tiene chances de alcanzar el desarrollo en el siglo 21, ni de transformarse en una economía competitiva.

Un párrafo final para hablar sobre “cómo estamos por casa”. Si bien el VC en Chile ha mejorado muchísimo en los últimos diez años, aún estamos a años luz del estado del arte a nivel mundial. Con las notables excepciones de NotCo y Cornershop no hay unicornios. Los fondos de capital de riesgo aún son más de capital que de riesgo. El principal inversor de riesgo sigue siendo el Estado, lo cual es una anomalía en pleno siglo 21. Tal vez si hablase hoy con un gerente de fondo de inversión no me pasaría lo que me sucedió hace más de diez años, cuando, después de explicar que en el capital de riesgo pones 10 fichas y 1 resulta, me contestó “pues tráeme esa ficha que resulta, e invertimos en ella”. No sabría decir si aún la mayoría de los fondos de inversión en Chile mantiene esa noción del VC.


Alfredo Barriga

Profesor UDP

Autor “Futuro Presente: cómo la nueva revolución digital afectará mi vida”, publicado en Amazon. 

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