Con un verdadero “portazo” contestó la CAM (Coordinadora Arauco Malleco) a la solicitud del historiador José Bengoa en favor de la opción Apruebo en el plebiscito que se realizará el próximo 4 de septiembre. El peticionario había solicitado a la CAM detener sus acciones violentistas durante 30 días para así “no favorecer a la opción Rechazo”.
El debate con relación al proyecto de nueva Constitución se ha ido haciendo cada día más iracundo y descalificador de los participantes, y menos centrado en el interés del país y su futuro en las próximas décadas. Las ideas no pueden nunca sustituirse por calificativos injuriosos ni por alusiones ofensivas a quienes expresan lo que piensan.
El país tomará en los próximos días una decisión esencial. Se trata de acordar el nuevo texto constitucional que regirá a Chile y su institucionalidad por las próximas décadas. No obstante que algunos consideran que la aprobación de tal texto debería conllevar inmediatamente una decisión adosada en cuanto a reformarlo, esto no parece envolver ninguna seriedad del punto de vista del significado del proceso y de la decisión que se adopte.
Educamos en forma muy deficiente a nuestras futuras generaciones, desatando severa incertidumbre sobre el futuro. La educación se ha deteriorado por la falta de compromiso de nuestra sociedad ante la necesidad de innovar en los modelos educativos, pero principalmente por no ponerla como una primera prioridad en la política pública
No es momento para slogans ni para fomentar fetiches comunicacionales destinados a torcer una informada voluntad ciudadana. La determinación que debe tomar Chile en los próximos días es de vital trascendencia para su futuro, lo cual va más allá de los mensajes que se animan a distorsionar la legítima voluntad ciudadana en torno al país y sociedad que quiere.
La República de Chile ha sostenido tanto en la Constitución de 1925 como en la del año 2005, el principio fundamental de un Estado laico, esto es uno que no sustenta una “religión oficial”, sentando así las bases para una separación efectiva entre asuntos de iglesias y asuntos de Estado.
Como se esperaba, ha comenzado el debate sobre una propuesta parlamentaria en orden a autorizar un quinto retiro de fondos previsionales. Esperado, puesto que una señal populista desde el Congreso se veía que hacía falta, para así poner en cuestionamiento la anunciada decisión del Ejecutivo en orden a no apoyar una iniciativa de esta naturaleza.
Siempre se ha afirmado que la libertad de opinión es algo inherente a las democracias, donde las diferencias se deben dar en torno a ideas y no en base a la persecución o silenciamiento de las opiniones o información que no sean del gusto de una autoridad. La búsqueda de la verdad debe transformarse en un objetivo de los medios de comunicación, así como también de las instituciones educacionales.
Se ha reseñado con insistencia, a lo largo de todos estos últimos años, que la principal debilidad presente en nuestra sociedad radica en las fallas de la educación. Poco, casi nada, se ha dicho sobre esto en los recientes debates políticos y en los anuncios de las nuevas autoridades.
La formulación de un programa de gobierno debiese revestir altísima prioridad para una candidatura presidencial. Un programa es lo que permitirá un debate relevante, y establecer los compromisos que se formulen como asimismo los apoyos que se vincularan al realismo y relevancia de sus propuestas
Se ha mencionado la intención de algunos Parlamentarios en orden a regular las plataformas comunicacionales, mencionándose expresamente a FACEBOOK e INSTAGRAM.
En la definición formal de nuestra lengua se dice que un eufemismo está constituido “por una palabra o expresión más suave o decorosa con que se sustituye otra considerada tabú, de mal gusto, grosera o demasiado franca”.
Bajo este título se presentó el libro concerniente al problema social y político chileno que contiene material publicado a lo largo de los diez últimos años.
Se ha desdeñado el problema que constituye la creciente abstención en los procesos electorales que hemos sobrellevado los chilenos. En efecto, sólo se ha discutido y reseñado bastante sobre los problemas que representan las distintas alianzas y los apoyos cruzados que las mismas han ejercido, pero no el fenómeno de la abstención.
Los resultados de las elecciones recientes marcan muchos signos preocupantes, pero también dan lugar a una serie de elementos que inducen una mirada positiva.
Latinoamérica ha sido siempre víctima de un populismo que denuncia falencias y promete superar de modo permanente los prevalecientes problemas de atraso y pobreza. Sin embargo, usualmente, tales fines tropiezan con la realidad de escasez de recursos y de poca credibilidad de los países en el ambiente mundial, llevando a que los mismos se sumerjan en una serie de crisis estructurales cuya salida ha radicado tradicionalmente en el desencanto y la violencia
La discusión sobre un tercer retiro de fondos previsionales ha ocupado toda una semana noticiosa y de actividad política. Pero este debate ha estado bastante alejado de los intereses del ciudadano medio, quien mira con escepticismo y desilusión el cruce de opiniones y acusaciones entre distintos bandos, sin comprender cabalmente sus fundamentos.
La ciudadanía está pasando por tiempos muy difíciles debido a la severa situación que impone la pandemia del COVID19. El encierro está causando estragos en la salud mental de todo el grupo familiar, y con ello alterando la calidad de la comunicación entre sus miembros y debilitando el necesario apoyo mutuo.
Poca duda cabe acera de que el reto más importante para Chile en los próximos años se refiere a aumentar considerablemente la tasa de crecimiento económico, esto es la expansión del Producto Interno Bruto. Sin esto no será posible el crecimiento del ingreso per cápita, ni la disminución del desempleo, ni el aumento de los salarios, cosas todas que esperamos ocurran para ver florecer nuevamente nuestra actividad económica y progresar en la calidad de vida del ciudadano medio
Los recientes resultados de la Prueba de Transición Universitaria (PTU) han puesto una vez más en evidencia el gran retraso de la educación municipalizada con respecto a la privada y a la subvencionada.