Farmacéuticas demandan la retribución por servicios para "dar valor" a los recursos y tiempo que emplean

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(I-D) La jefa de salud e InfoSalus de Europa Press, Cristina Velázquez, y las farmaceuticas, Cristina Guillén Pino, María José Cejudo Fernández, Raquel Casado Álvaro, y Ana Núñez Lapeña, durante el Encuentro Informativo de Europa Press y Bidafarma 'Las vo

MADRID, 25 (EUROPA PRESS)


La farmacéutica María José Cejudo, responsable de una farmacia en Villaverde Bajo (Madrid), ha demandado que las administraciones públicas remuneren los servicios que prestan las oficinas de farmacia, además de la dispensación de medicamentos, con el fin de "darle valor" a los recursos y tiempo que emplean en ellos.



"Todo lo que no tiene un precio no le damos valor", ha aseverado la farmacéutica este jueves durante el encuentro informativo 'Las voces de la farmacia', organizado por Europa Press con la colaboración de Bidafarma en el marco del Día Mundial del Farmacéutico.



Cejudo ha propuesto la opción de que estos servicios, que van más allá de la dispensación de medicamentos e incluyen medición de parámetros como la tensión, revisión de botiquines, atención domiciliaria o educación sanitaria, entre otros, sean retribuidos igual que la retirada de medicinas, que se hace mediante copago en función de la renta.



La farmacéutica Raquel Casado, que desempeña su labor en Buitrago del Lozoya (Madrid), se ha mostrado de acuerdo con la opción planteada por su compañera de profesión. "Hay veces, por ejemplo, en el caso de la realización de los sistemas personalizados de dosificación (SPD), que hay personas que no lo valoran porque como llegan a la farmacia y se lo das parece que es una obligación tuya y, ahora mismo, no es ninguna obligación mía, es algo que yo hago porque creo que es bueno para el paciente", ha añadido.



En la misma línea se ha expresado la farmacéutica Ana Núñez, titular de una farmacia en el centro comercial de Torrelodones (Madrid), quien ha recordado que las farmacias también se encargan de tener un equipo profesional, lo que conlleva gasto en sueldos. "Por lo tanto, claro que tienen que ser remunerados de alguna manera. Mi equipo trabaja con mucha vocación, pero tienen que vivir de ello", ha destacado.



CUATRO MODELOS, DESAFÍOS COMUNES


El encuentro informativo ha dado voz a cuatro modelos distintos de farmacia presentes en la Comunidad de Madrid, como pueden ser la farmacia rural, la céntrica y urbana, la de barrio o las que se encuentran en los centros comerciales. Pese a sus diferencias en el perfil de paciente al que atienden o los servicios que prestan, las farmacéuticas han coincidido en los desafíos a los que se enfrentan.



En este sentido, la profesional Isabel Guillén, con una farmacia en Paseo de la Habana de Madrid, ha señalado que una de las limitaciones en su día a día es la falta de comunicación con médicos y enfermeras, una relación que ha calificado de "muy complicada".



"Sobre todo porque el paciente viene del centro de salud muchas veces y quiere que le des la medicación ya y a lo mejor esta medicación, como se la ha puesto en la receta el médico, no se le puede dar. Nosotros no la podemos cambiar por ley, entonces no tenemos mucha capacidad de maniobra", ha relatado.



Para la farmacéutica María José Cejudo, la solución está en "sistematizar" la comunicación entre profesionales, logrando mantener un contacto directo, o al menos unas reuniones periódicas, que permitan agilizar este tipo de asuntos. "Si ellos son especialistas en enfermedades y nosotros somos especialistas en medicamento, lo que nos hace falta es voluntad de sentarnos", ha subrayado.



En la farmacia rural, aunque puede existir más cercanía entre farmacéutico y médico, la realidad es que "muchas veces la distancia se mantiene", según ha afirmado Raquel Casado. Uno de los problemas que identifica la profesional se relaciona con la preparación de SPD, que van sobre todo destinados a personas mayores.



"Y ellos no son capaces muchas veces de decirnos, 'he ido al médico y me han cambiado la medicación'. Entonces, nosotros tenemos que enterarnos antes de darle la medicación, si ha ido al médico, si se le ha cambiado la medicación, porque si no estás pendiente de eso, puedes estar preparándole una medicación que el médico le ha cambiado hace 15 días", ha explicado apuntando que el contacto directo con el médico, o simplemente un sistema de alerta electrónico, reduciría este trabajo.



BUROCRACIA Y DESABASTECIMIENTO


Otro problema en el que han coincidido las farmacéuticas presentes en el encuentro es la excesiva burocracia que realizan en su día a día, que han asegurado que les quita mucho tiempo de la atención al paciente y que podría soluionarse con el uso de la tecnología.



"Como la sociedad avanza en la tecnología tan rápidamente, nosotros también podríamos, ¿no? Y además tenemos los medios adecuados con la trazabilidad del medicamento, o sea, se pueden hacer un montón de cosas para agilizar unas tareas que venimos haciendo desde hace cien años", ha apuntado María José Cejudo.



Sobre los problemas de desabastecimiento de medicamentos, las farmacéuticas han explicado que supone una carga más de trabajo en su semana para poder reunir los fármacos que necesitan los pacientes hablando con otras farmacias que sí disponen de ellos y en contacto permanente con los distribuidores.



Al hilo, han comentado que esta falta de suministro es un "poco frustrante", sobre todo para el paciente, ya que muchas veces tiene que volver al médico para que le recete otro medicamento y, en ocaciones, lleva a incumplimientos del tratamiento.



A este respecto, han mostrado su respaldo a que la Ley del Medicamento, en tramitación, incluya la posibilidad de que los farmacéuticos puedan sustituir la forma farmacéutica en caso de no disponer de la que ha recetado el médico.



PRESTAR MÁS SERVICIOS


"Nos gustaría poder ayudar, hacer más prevención, más adherencia al tratamiento. De esa forma vamos a quitar la saturación del Sistema Nacional de Salud en muchos casos y vamos a evitar ingresos hospitalarios, por ejemplo", ha resaltado Isabel Guillén para pedir a las administraciones más ayuda y recursos.



A este respecto, Ana Núñez ha destacado que las farmacias deberían llamar la atención sobre las autoridades remarcando que son un recurso del sistema sanitario que pueden utilizar.



Núñez ha hecho referencia a la ayuda que podrían brindar las farmacias participando, por ejemplo, en los test de cribado de cáncer de colon, una acción ya en marcha en otras comunidades. "Cuando habéis salido de vuestra casa hoy y habéis cogido el metro, habéis ido por la calle (...), ¿cuántas farmacias habéis pasado? Lo fácil que es que entréis a cualquiera con vuestra tarjeta sanitaria, recogéis un test de cribado y lo hagáis", ha apuntado.



"Yo creo que las estadísticas que tendría el sistema sanitario en cuanto a cribados de enfermedades graves y que se puede prevenir o que podemos actuar antes de que aparezcan es enorme", ha remachado.




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