El director del Observatorio del Medicamento de la Federación Empresarial de Farmacéuticos Españoles (FEFE), Enrique Granda, ha advertido que la cesión de medicamentos por parte de veterinarios, aprobada en el Congreso como parte de la Ley de creación de la Agencia Estatal de Salud Pública, puede comprometer la seguridad del sistema.
Así lo ha señalado en el último editorial del Observatorio del Medicamento argumentando que la dispensación no consiste solo en entregar una caja de comprimidos, sino que implica trazabilidad, control de estupefacientes, farmacovigilancia y asesoramiento profesional, elementos que forman parte "inseparable" de los profesionales farmacéuticos.
"La aprobación de la enmienda a la Ley de creación de la Agencia de Salud Pública, que introduce el concepto de 'cesión' de medicamentos veterinarios, ha sido recibida con entusiasmo por parte del colectivo veterinario. Sin embargo, conviene aclarar que esta modificación no les concede carta blanca ni altera los principios esenciales que rigen la dispensación de medicamentos en nuestro país", ha afirmado.
En esta línea, ha reiterado que la farmacia ha sido y es "garante" de calidad, seguridad y legalidad en el suministro de fármacos, también en el caso de los destinados a animales. De esta forma, actúa como "barrera de protección" frente a prácticas que "podrían poner en riesgo la salud pública".
"Pretender sustituir ese modelo por un sistema de 'dispensación encubierta' en las consultas veterinarias supone desconocer tanto la legislación vigente como el papel profesional de los farmacéuticos", ha aseverado.
Granda ha recordado que la introducción de la cesión veterinaria no deroga ni la Ley de Garantías y Uso Racional de los Medicamentos y Productos Sanitarios ni el Real Decreto 1157/2021, que regulan el circuito legal del medicamento veterinario. Como ha explicado, España define a las clínicas veterinarias como centros asistenciales sujetos a registro, inspección y control sanitario, no como establecimientos de venta minorista de medicamentos.
Por ello, ha resaltado que intentar convertir en norma una práctica que hasta ahora solo se toleraba fuera de los cauces legales es una "interpretación abusiva". Además, ha advertido que el argumento de que la cesión fraccionada evitará el desperdicio de medicamentos no justifica este modelo, "que difumina responsabilidades".
Aunque ha defendido la colaboración entre médicos, farmacéuticos y veterinarios bajo el enfoque 'One Health', Granda ha asegurado que esta enmienda no cierra el debate, sino que abre una "etapa de vigilancia" y, si es necesario, "de impugnación ante los órganos administrativos y judiciales competentes". "La cesión veterinaria no puede convertirse en sinónimo de venta libre ni en coartada para consolidar prácticas irregulares", ha subrayado.
"La profesión farmacéutica seguirá defendiendo su papel, no por interés corporativo, sino porque de ello dependen la seguridad de los tratamientos, el control de resistencias antimicrobianas y el cumplimiento de las normas que protegen la salud pública. La tradición, la ley y la experiencia nos avalan", ha remachado.