La coordinadora del Área de Obesidad de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN), Irene Bretón, ha instado a las instituciones a sensibilizar a la sociedad en relación a que tener un peso adecuado no es una cuestión de estética sino de salud.
"La obesidad, entendida como un exceso de grasa corporal es perjudicial para la salud. Este es, sin duda, un hecho constatado. Es un problema global, con una prevalencia creciente, que afecta a todos los países y exige una estrategia coordinada, con medidas preventivas y de abordaje clínico. No es un problema estético", subraya la experta.
Además, la endocrinóloga advierte que algunas actitudes contribuyen a trivializar esta enfermedad, especialmente en esta época, ya que algunas personas pretenden perder peso con la única finalidad de tener la figura corporal que desean, sin que exista una necesidad real, y utilizando en ocasiones métodos de eficacia no comprobada o que pueden ser peligrosos para la salud.
En este sentido, los endocrinólogos enfatizan que es vital considerar el problema de la obesidad desde una perspectiva integral, implementado medidas preventivas y de abordaje clínico, evitando estigmatizar a las personas que padecen esta enfermedad. "Para ello, se requieren recursos y medidas concretas, pero sobre todo se necesita coordinación", insiste la coordinadora del Área de Obesidad de la SEEN.
Asimismo, la SEEN aboga por proporcionar un mayor conocimiento sobre la enfermedad, las causas que la favorecen, las complicaciones y las dificultades que afrontan las personas.
En cuanto a los posibles efectos secundarios de los nuevos medicamentos para el tratamiento de la obesidad, que ayudan a regular la sensación de hambre y saciedad y ejercen efectos beneficiosos a muchos niveles, los más frecuentes son problemas digestivos como náuseas o vómitos, especialmente las primeras semanas del tratamiento.
OBESIDAD EN VERANO
La obesidad, aunque no condiciona un mayor riesgo de deshidratación u otras complicaciones, favorece otras enfermedades como la diabetes tipo 2, la hipertensión o la insuficiencia cardiaca que si aumentan los riesgos de deshidratiación y otras complicaciones.
No obstante, los efectos secundarios del tratamiento mencionados anteriormente también favorecen la deshidratación "si no se aportan los fluidos necesarios, especialmente si la temperatura es elevada", matiza Bretón. Además, añade que algunos estudios han descrito un descenso de la ingesta de agua en las personas que reciben estos fármacos.
En relación al mantenimiento de estos tratamientos en el periodo estival, los fármacos para el tratamiento de la obesidad, al ser inyectables, requieren unas condiciones de conservación especiales, que aparecen reflejadas en los prospectos, para asegurar su eficacia y seguridad.
Además, las personas que los tienen prescritos pueden consultar a su equipo clínico o al farmacéutico. "En general, se recomienda que se conserven los dispositivos a una temperatura inferior a 30º o bien en la nevera (de 2 a 8 º C), protegidos de la luz", indica la especialista.
Asimismo, la SEEN recomienda prestar especial atención a la alimentación en verano y consumir más alimentos frescos, frutas y verduras, legumbres, por ejemplo, en ensaladas, carnes y pescados a la plancha y evitar los alimentos ultraprocesados.
Igualmente, advierte de la importancia de ingerir suficiente cantidad de líquidos, eludir refrescos y bebidas alcohólicas y realizar ejercicio con precaución.