Investigadores de la Universidad de Hawái en Manoa han creado una molécula, llamada metanetetrol, que se creía demasiado inestable para existir, en condiciones extremas similares a las del espacio.
Según los investigadores, este descubrimiento podría transformar nuestra comprensión de la química en el universo y arrojar luz sobre las complejas reacciones que ocurren en el espacio profundo.
El metanetetrol es el único alcohol que tiene cuatro grupos hidroxilo (OH) en un solo átomo de carbono. Los científicos han teorizado sobre su existencia durante más de un siglo, pero nadie lo había observado hasta ahora. Utilizando temperaturas ultrafrías, un vacío casi perfecto y radiación de alta energía para simular el entorno dentro de las nubes interestelares, los investigadores produjeron esta esquiva molécula.
Este hallazgo, publicado en Nature Communications, muestra que el espacio exterior podría albergar un conjunto de reacciones químicas mucho más diverso e inesperado de lo que se creía. Estas reacciones son cruciales para comprender la formación de moléculas orgánicas (componentes básicos de la vida) en toda la galaxia. Al demostrar que el metanotetrol puede formarse en condiciones cósmicas, el equipo ha revelado una sorprendente vía para la evolución de compuestos complejos en las nubes de polvo helado donde se forman estrellas y planetas.
El equipo utilizó una potente luz ultravioleta de vacío para detectar pequeñas cantidades de metanotetrol, compuesto por agua y dióxido de carbono. Descubrieron que partículas de alta energía que imitaban a los rayos cósmicos de alta energía desencadenaban una serie de reacciones químicas que condujeron a la creación de metanotetrol y compuestos relacionados.
"En colaboración con científicos de Mississippi, la Universidad de Samara y Shanghái, este trabajo amplía los límites de nuestro conocimiento sobre la química en el espacio", afirmó en un comunicado el profesor del Departamento de Química, Ralf I. Kaiser.
Si bien este alcohol no se produce de forma natural en la Tierra debido a su inestabilidad en condiciones cotidianas, su formación en el espacio demuestra que el universo es mucho más dinámico químicamente de lo que se creía. Los hallazgos amplían los límites de la química y la astronomía y abren la puerta a más descubrimientos y observaciones astronómicas sobre cómo los ingredientes de la vida pueden surgir en los rincones más fríos y oscuros del espacio.