La OMS publica por primera vez directrices globales para abordar la expansión de los arbovirus a nuevas regiones

|

MADRID, 10 (EUROPA PRESS)


La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha publicado por primera vez directrices globales para el manejo clínico de los arbovirus, como el dengue, el chikungunya, el virus Zika o la fiebre amarilla, y dotar así de "orientación especial" a los profesionales sanitarios de las nuevas regiones a las que se están expandiendo.



Aunque estos patógenos, transmitidos por los mosquitos 'Aedes' estaban limitados a climas tropicales y subtropicales, sus brotes se están extendiendo como consecuencia del cambio climático, el crecimiento poblacional, el aumento de los viajes y de la urbanización, y ya representan una "creciente amenaza" para la salud pública, según el documento de la OMS.



"Los arbovirus representan ahora una creciente amenaza para la salud pública, poniendo en riesgo a más de 5.600 millones de personas (...) A medida que los brotes aumentan y se propagan a nuevas regiones, es fundamental que los profesionales sanitarios reconozcan estas enfermedades y traten a los pacientes según las directrices más recientes basadas en la evidencia", reza el texto.



El diagnóstico de estas enfermedades puede ser "complejo" debido a que sus síntomas suelen superponerse y se asemejan a los de otras enfermedades febriles y, en algunas regiones, circulan de forma simultánea varios arbovirus, lo que dificulta "aún más" el diagnóstico, especialmente en lugares donde las pruebas son limitadas.



Estas nuevas directrices han sido diseñadas para ayudar a los profesionales sanitarios a brindar la mejor atención posible, y se han incluido recomendaciones para el manejo de pacientes tanto leves como graves, de forma que puedan aplicarse en todos los niveles del sistema sanitario, desde la atención comunitaria, y pasando por la Atención Primaria, los servicios de Urgencias y las salas de hospitalización.



Las guías anteriores se basaban principalmente en la opinión de expertos, la experiencia en la práctica clínica y la revisión de la evidencia disponible, pero sin aplicar la metodología GRADE (Clasificación de la Evaluación, el Desarrollo y la Evaluación de Recomendaciones).



Aunque la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y los Estados miembros elaboraron en 2022 directrices derivadas de la primera evaluación de tipo GRADE sobre el manejo clínico del dengue, la chikungunya y el Zika en la región, estas consideraciones eran específicas para el continente americano.



Es por ello por lo que la OMS ha dado el paso de implementar un proceso similar para el contexto global, de forma que sirva para las regiones donde la transmisión sea endémica y para aquellos lugares donde "es probable" que se produzca su introducción con el paso del tiempo.



"Desde la perspectiva de preparación y planificación de recursos de atención de salud, el tamaño y la frecuencia cada vez mayores de las epidemias de arbovirus están ejerciendo una presión adicional sobre las instalaciones y el personal disponibles, y la capacidad de mejorar los resultados de los pacientes mediante la reducción de las admisiones hospitalarias y las duraciones más cortas de las estadías hospitalarias se está volviendo cada vez más importante", ha aseverado la OMS.



CONSEJOS PARA PACIENTES LEVES


En el caso de los pacientes con estas enfermedades de carácter leve, tanto sospechoso como confirmado, la OMS ha sugerido usar la fluidoterapia oral protocolizada en vez de la fluidoterapia oral no protocolizada; y utilizar paracetamol o metamizol para el tratamiento del dolor o la fiebre.



Del mismo modo, ha desaconsejado el uso tanto de antiinflamatorios no esteroideos (AINE) como de corticosteroides, independientemente de su gravedad.



RECOMENDACIONES PARA PACIENTES GRAVES


Para aquellos pacientes graves y hospitalizados, la OMS ha defendido el uso de cristaloides en lugar de coloides en pacientes que requieren fluidoterapia intravenosa; así como el uso del tiempo de llenado capilar, o la medición de lactato, para guiar la administración de fluidoterapia intravenosa.



Cuando el médico no esté seguro si está justificado la administración adicional de fluidoterapia intravenosa en pacientes en 'shock', la OMS ha instado a usar la prueba de elevación pasiva de piernas.



El uso de N-acetilcisteína intravenosa también ha sido recomendado para el tratamiento de pacientes con insuficiencia hepática como consecuencia de la fiebre amarilla.



Asimismo, ha dado el 'visto bueno' al uso de inmunoglobulina monoclonal TY014 o de sofosbuvir en el tratamiento de pacientes con fiebre amarilla, pero "únicamente" en entornos de investigación.



Por otro lado, ha desaconsejado el uso de corticosteroides sistémicos en el tratamiento de pacientes con algún arbovirus; el uso de inmunoglobulinas en el mismo perfil de pacientes; y la utilización de transfusiones profilácticas de plaquetas en aquellos pacientes con enfermedad arboviral grave y un recuento plaquetario menor a 50.000 plaquetas por microlitro sin hemorragia activa.




europapress