La Comisión Europea ha presentado este jueves una "estrategia digital internacional" para tejer alianzas en el exterior que permitan a la Unión impulsar avances en tecnologías clave como la Inteligencia Artificial (IA), las redes 5G o los semiconductores; con el objetivo de promover el liderazgo europeo en la era digital y reforzar con socios globales su seguridad.
En una rueda de prensa para presentar la estrategia, la vicepresidenta del Ejecutivo comunitario para Soberanía Tecnológica, la Seguridad y la Democracia, Henna Virkkunen, ha avisado de que la "profunda revolución digital" que está "remodelando" las economías y sociedades de todo el mundo se está produciendo en un momento en el que el contexto geopolítico supone "más que nunca un reto".
Así las cosas, Virkkunen ha afirmado que la IA y otras tecnologías críticas "son demasiado importantes para el futuro de la humanidad como para reducirse a una búsqueda de supremacía entre potencias tecnológicas avanzadas", al tiempo que ha subrayado que "ningún país puede liderar la revolución tecnológica por sí solo".
Por ello, Bruselas pone en valor a la Unión Europea como un socio "estable y fiable" que está comprometido con la construcción de un orden mundial digital "basado en normas, firmemente arraigado en nuestros valores fundamentales".
A través de un comunicado, la Alta Representante de Política Exterior de la UE, Kaja Kallas, ha puesto también en valor el peso de esta estrategia porque las tecnologías digitales son "también esenciales para la defensa" y ha puesto como ejemplo el modo en que se utiliza la IA "en el campo de batalla en Ucrania" o el modo en que algunos países de la UE han sufrido ciberataques patrocinados por terceros países.
"Europa tiene un enorme potencial para ampliar su alcance geopolítico en cuestiones digitales y hoy hemos establecido una visión clara para hacer precisamente eso", ha remachado la jefa de la diplomacia europea.
Así las cosas, la Comisión buscará nuevas alianzas internacionales y tratará de consolidar las ya existentes, además de desplegar una oferta empresarial tecnológica con la que mediante inversiones público-privadas se apoye la transición digital de los países socios, incorporando por ejemplo iniciativas como las fábricas de IA, las inversiones en una conectividad segura y fiable o el desarrollo de infraestructura pública digital y la ciberseguridad.