Sr. Director,
¿De verdad las mujeres están eligiendo no tener hijos? ¿O están respondiendo a un contexto que vuelve imposible maternar sin perderlo todo?
En Chile, la maternidad sigue marcada por la precariedad y la renuncia. Se cría en solitario, con sueldos más bajos, jornadas interminables y leyes que no protegen. De hecho, el 82% de las madres asegura que su desarrollo laboral se ha visto afectado por la maternidad. Hablar de una decisión libre es ignorar la realidad, lo que existe es una renuncia forzada.
Las cifras más recientes del INE muestran una caída histórica en la natalidad. Pero esto no es sorpresivo. Es la consecuencia de un sistema que castiga a las madres y sigue tratando los cuidados como una responsabilidad individual. El trabajo doméstico no remunerado, la falta de corresponsabilidad y la ausencia de políticas efectivas llevan a una sola conclusión: en Chile no hay garantías para criar.
Las empresas siguen premiando la disponibilidad total, mientras las leyes no alcanzan para revertir una cultura que penaliza los cuidados. Sin licencias compartidas, sin jornadas más flexibles, sin reconocimiento económico del trabajo doméstico, lo que se ofrece no es un derecho, es una carga.
Por eso la baja natalidad no es un misterio. Es una señal clara de que muchas mujeres no están dejando de maternar por elección, sino por falta de condiciones para hacerlo con dignidad.
Paola Merchak
Abogada