La ESA ha encargado a Airbus el diseño y construcción del aterrizador del rover ExoMars Rosalind Franklin, que se lanzará en 2028 para buscar indicios de vida en Marte a partir de 2030.
El lanzamiento se programó inicialmente para 2022 con un módulo de aterrizaje ruso, pero el proyecto se paralizó como resultado de la invasión de Ucrania, lo que obligó a Europa a buscar una alternativa para aterrizar en Marte.
Los equipos de ingeniería de Airbus en el Reino Unido desarrollarán los sistemas mecánicos, térmicos y de propulsión de la plataforma de aterrizaje para un aterrizaje seguro en la superficie del Planeta Rojo en 2030.
Esto incluirá la estructura de aterrizaje, el gran sistema de propulsión utilizado en el empuje de frenado final y el engranaje para estabilizar el módulo de aterrizaje una vez en la superficie, informa la ESA.
PERFORADORA
Rosalind Franklin será el primer róver en perforar hasta dos metros de profundidad bajo la superficie marciana, obteniendo muestras enterradas bajo tierra y protegidas de la radiación superficial y las temperaturas extremas.
La misión también servirá para demostrar tecnologías clave que Europa necesita dominar para futuras misiones de exploración planetaria. Esto incluye el aterrizaje seguro en un planeta, el desplazamiento por la superficie y el análisis de muestras de forma autónoma.
Aterrizar en Marte es uno de los retos más críticos de la misión. Desde la entrada en la atmósfera hasta el aterrizaje, el descenso de la nave durará tan solo seis minutos.
Un conjunto de paracaídas y retrocohetes reducirá la velocidad del módulo de aterrizaje de 45 m/s a menos de 3 m/s justo antes del aterrizaje. Dos rampas se extenderán desde lados opuestos del módulo, ofreciendo al róver múltiples vías para alcanzar la superficie utilizando la ruta más segura disponible.
Está previsto que el róver aterrice en Marte en 2030 para evitar aterrizar durante la temporada de tormentas de polvo global del planeta.
LANZAMIENTO EN UN COHETE ESTADOUNIDENSE
La ESA, la industria europea y la NASA siguen trabajando para mantener y modernizar el róver Rosalind Franklin en preparación para su lanzamiento previsto en 2028 a bordo de un cohete estadounidense.
Esto incluye la instalación de unidades de calefacción para mantener el róver caliente en la superficie marciana, así como un nuevo modo de software que le permitirá pasar rápidamente a un estado autónomo tras el aterrizaje.