Felipe Arenas Torres, Doctor en Administración de Empresas, Magíster en Contabilidad y Auditoría, Académico Facultad de Economía y Negocios, Universidad de Talca, Chile

Estados Financieros y Memorias: ¿Qué se está aprobando?

|

Sr. Director:


Actualmente, las empresas se encuentran en pleno proceso de revisión y aprobación de los Estados Financieros y la Memoria del ejercicio anterior en sus respectivas sesiones de Directorio. En abril, este procedimiento se replicará en las Juntas Ordinarias de Accionistas, instancias en las que estos documentos son sometidos nuevamente a aprobación.


Sin embargo, resulta preocupante que, en ambas instancias, tanto Directores como Accionistas aprueben por unanimidad los Estados Financieros sin realizar preguntas sustantivas sobre los resultados, las estimaciones implícitas en los cálculos o los procedimientos aplicados por los auditores para evaluar la razonabilidad de la información financiera e, inclusive, en algunos casos, sin formular ninguna pregunta al respecto. En muchas ocasiones, no se ejerce un análisis crítico ni se formulan cuestionamientos sobre los estados financieros, lo que refleja una actitud de escucha pasiva ante información clave que resume la gestión económica y financiera de toda la compañía durante el año.


Esta situación no es menor. Los directores tienen una responsabilidad solidaria en caso de negligencia grave, dolo o incumplimiento de sus funciones. Adicionalmente, la Ley de Delitos Económicos impone a los directores el deber de diligencia y supervisión, tanto en la prevención de delitos dentro de la empresa como en la supervisión del modelo de prevención de delitos. Un incumplimiento en estas materias puede derivar en responsabilidad penal, lo que refuerza la necesidad de un análisis riguroso antes de aprobar estos documentos.


Resulta entonces paradójico que, pese a la relevancia de esta tarea, los Directores y Directores Independientes, así como los accionistas controladores y minoritarios, mantengan una postura pasiva en la aprobación de los Estados Financieros, especialmente considerando que estos incluyen aspectos fundamentales como la utilidad del ejercicio, base para el cálculo y distribución de dividendos.


Para que el proceso de aprobación cumpla su verdadero propósito, es fundamental que los Estados Financieros y la Memoria sean entregados con la debida antelación, permitiendo a Directores y Accionistas analizarlos en profundidad. En una primera instancia, es recomendable realizar una revisión analítica que permita identificar variaciones significativas entre períodos. Luego, el análisis debería centrarse en los ciclos clave del negocio, tales como los ingresos por ventas, cuentas por cobrar y la capacidad de generación de flujo de efectivo de operación.


Asimismo, se debe examinar el comportamiento de las principales estimaciones y provisiones, considerando aquellas contingencias clasificadas como posibles o remotas, dado su impacto potencial en la estabilidad financiera de la empresa.

Finalmente, durante la revisión de los Estados Financieros y la Memoria, la Gerencia y los Auditores Externos deben responder todas las consultas y aclaraciones formuladas por los Directores. Estas instancias de discusión no solo deben existir, sino que deben ser activamente promovidas, garantizando que la aprobación de estos documentos refleje un proceso de debida diligencia que asegure el cumplimiento del rol y responsabilidad del Directorio en la supervisión efectiva de la empresa.


En un contexto donde la transparencia y la responsabilidad corporativa son cada vez más exigidas, el Directorio debe ejercer su función con el compromiso y la rigurosidad que demanda su cargo, contribuyendo así a la solidez y sostenibilidad de la organización.



Felipe Arenas Torres

Doctor en Administración de Empresas

Magíster en Contabilidad y Auditoría

Académico Facultad de Economía y Negocios

Universidad de Talca, Chile


europapress