​Ucrania tiene una carta para jugar, si la juega bien

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Alfredo barriga 2

Febrero ha estado muy movido en el conflicto de Ucrania. La llegada del presidente Trump con su “toyo” de resolverlo en apenas 24 horas no se cumplió, pero igualmente se ha generado una dinámica vertiginosa, en la que a veces la posición norteamericana se ve como prepotente, sin asumir que estamos ante una guerra provocada por un país que invade a otro solo porque no le gusta quien lo gobierna. Trump ha negociado desde una posición de fuerza con mucha arrogancia, pero tiene un punto: Estados Unidos se ha puesto con la plata y los armamentos a cambio de nada. Trump es negociante, y negocia.


Y repentinamente, el presidente de Ucrania, Volodymyr Zelensky pone encima de la mesa negociadora una zanahoria: Ucrania es rica en tierras raras, que son críticas para el desarrollo de la Inteligencia Artificial y la electromovilidad. El desarrollo de la minería de dichas tierras puede generar recursos para financiar la guerra. Trump, a quién se la han ofrecido la mano, se toma hasta el codo: acepta que ese sea la forma de pago, pero según él ya hay 500.000 millones de dólares acumulados que se deben pagar, además todo lo que venga por delante. Por supuesto, eso es un bluff. Surge otra opción: la propiedad de los recursos naturales se entregaría a una Fundación de la cual Estados Unidos tendría la mayoría, y con las utilidades se financiaría tanto las compras de material bélico como la reconstrucción de Ucrania. El “pero” es que eso implica renunciar al 20% de Ucrania que ya está en manos de Rusia (más Crimea, anexionada en 2014), y renunciar a entrar en la OTAN, cosa que Zelensky no está dispuesto a ceder.


¿Qué hacer?

¿Cuál es el principal país productor de tierras raras del mundo? China. Y eso cambia toda la dinámica de la negociación, si lo hacen bien. El problema para Zelensky es que tiene la presión del tiempo encima (“take it or leave it”), pero tiene una baza muy fuerte a su favor.


Si acepta la propuesta tal como está, tiene asegurada la protección de Estados Unidos. ¿Por qué? Porque un material declarado estratégico (también para la guerra) estará disponible siempre y cuando mantenga fuera de Ucrania a los rusos. Para Trump esto ya no se trata de Ucrania, se trata de Estados Unidos y de la supremacía mundial en inteligencia artificial y electromovilidad – dos temas en los cuales los chinos les están soplando en la oreja. Putin sabrá que meterse con Ucrania es meterse con Estados Unidos (me imagino a Trump diciéndole a Putin: it’s about me that you are talking now).


Lo complicado es hacer ver contra el tiempo esta ventaja estratégica que tendría Estados Unidos si acepta el trato que ofrece Ucrania. Ruego a Dios que así sea. Tal vez el precio a pagar sería el 20% de Ucrania, pero quedaría resguardada para posibles agresiones futuras con Estados Unidos de socio estratégico. Cualquier cosa puede pasar en ese caso. Incluso que USA se salga de la OTAN, pero se establezca en Ucrania para proteger su activo estratégico… ¿Cómo lo vería Putin?


Y Europa, ¿Qué? Creo que sería el mejor de los escenarios. El tema quedaría 100% en manos de Estados Unidos y el dinero que hoy se envía a Ucrania podría ayudar al urgente proyecto de mutar la OTAN en un Ejército Europeo, que les permitiría eventualmente salir del paraguas norteamericano.


Alfredo Barriga

Profesor UDP

europapress