​Desafíos y oportunidades del hidrógeno renovable

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Lorenzo Reyes Bozo




El hidrógeno de bajas emisiones es clave en la transición energética, ya que su versatilidad como vector permite reducir la dependencia de combustibles fósiles y avanzar en la descarbonización de distintos sectores. Chile tiene un gran potencial para liderar esta nueva industria gracias a su abundancia en fuentes renovables y a los altos factores de planta en el Desierto de Atacama y Magallanes para proyectos solares y eólicos.


A pesar de contar con un potencial energético renovable de 2 TW, la industria en Chile presenta desafíos que deben abordarse con premura para no perder la oportunidad histórica de ser un actor clave en la nueva economía del hidrógeno. Uno de los principales, es la falta de regulaciones específicas. Actualmente, no existe un marco normativo claro que defina estándares de producción, transporte, comercialización y certificación del hidrógeno renovable. Esto genera incertidumbre en los inversionistas y dificulta la planificación a largo plazo de los proyectos de mayor escala.


Otro desafío es la falta de incentivos económicos. La producción de hidrógeno renovable tiene costos de producción más altos que los del hidrógeno gris, lo que desincentiva su adopción por parte de la industria. Sin estímulos adecuados, mecanismos de financiamiento y un mercado local robusto que genere demanda, será difícil que los proyectos escalen de manera competitiva.


Los lentos procesos de evaluación ambiental también representan una barrera. La burocracia y los tiempos prolongados para obtener permisos retrasan la implementación de iniciativas claves. Un sistema de evaluación más ágil y eficiente permitiría acelerar el desarrollo de la industria sin comprometer los estándares ambientales del país.


Otro aspecto central es la formación de capital humano. Para liderar la economía del hidrógeno, Chile debe formar y capacitar a profesionales para esta nueva industria, además de fomentar la investigación e innovación. Asimismo, es clave involucrar a las comunidades locales para asegurar que los beneficios económicos y sociales de esta industria se distribuyan equitativamente.


El hidrógeno renovable y sus derivados, como el amoníaco y los e-fuels, representan una oportunidad única para que Chile acceda a mercados internacionales y contribuya a la descarbonización global. Sin embargo, el éxito dependerá de la articulación entre actores claves, políticas públicas efectivas y alianzas público-privadas que impulsen el desarrollo técnico y económico del sector.


Dr. Lorenzo Reyes-Bozo Decano Facultad de Ingeniería y Negocios Universidad de Las Américas

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