​Es del turno de la psicología (Parte 1)

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Christian Lomakin

Otto Kernberg es austriaco de nacimiento, pero estudió en Chile. Escapando de las persecuciones nazistas, llego a este territorio como niño, y estudio medicina con especialidad en psiquiatría, en la Universidad de Chile. Kernberg abandonaría Chile después, para seguir una carrera como psiquiatra en EE UU. Llegaría a ser una eminencia en su campo, y presidente de la Sociedad psicoanalítica mundial. Tocado siempre por el desastre que toco a su familia con la guerra, estudio las implicancias políticas de las distorsiones de personalidad. Redescubrió el narcisismo y lo llevo a condición de distorsión invalidante. ¿Qué significa eso? Que hay ciertas características de personalidad que se llevan desde la infancia, y que llevan a los seres humanos a fallas catastróficas. A no ser buenos padres, ni buenos amigos, ni buenas parejas, ni buenos líderes.


Una distorsión temible, pues no se ve desde la apariencia. Los narcisistas son encantadores y convincentes, inicialmente. Pero su introducción dentro de un sistema, siempre lleva a la destrucción de este. Así fue con quien se empareja con un estafador, o con una mujer fatal (Ambas personalidades narcisistas), está condenado a ser engañado y fracasar. En el plano político, Hitler en Alemania, Robespierre en Francia, y Perón en Argentina, tienen rasgos de este tipo. Y, todos llevaron a sus países a situaciones toxicas, sin remedio. También otros, menos notorios que hicieron del liderazgo político una depredación de sus pueblos. El líder narcisista no sirve,sino que se sirve de los demás.


Kernberg estuvo en nuestro país, dando charlas en los años noventa. En esas conferencias, tuvo un diagnóstico claro, que pocos, entonces, quisieron escuchar.


Chile, a pesar de su aparente éxito, con el retorno a la democracia y la vigencia de una economía libre y competitiva, tenía duelos pendientes. Situaciones no resueltas, como sociedad. Se refería por supuesto a los trágicos acontecimientos que se desataron, a partir de 1970. A pesar de estar creciendo económicamente, y de estar volviendo a los ritos electorales, tras 17 años de régimen militar, en Chile había dolor. Frustraciones no resueltas, cadáveres vivientes, de un pasado sombrío. Ideales quebrados, fortunas desaparecidas y trabajadores desfasados en sus habilidades. Familias desubicadas en el nuevo entorno creado. ¡Y ese dolor estallaría unos años después! ¡Cuánta razón tenía el sofisticado vienés! El resentimiento con el sistema, aunque fuera exitoso, estaba garantizado por este pasado obscuro.


Hoy sabemos, gracias a los avances en el estudio de la mente humana, que existen parejas destinadas a fracasar, amistades destinadas a separarse, y líderazgos destinados a llevar a sus pueblos a la ruina. La economía teórica permitió, con sus adelantos de los cincuenta y sesenta, vaticinar, con corrección, cuando un país estaba condenado al fracaso económico. Hoy, el estudio de la mente nos permite también adelantar, cuando un país, o una sociedad, están perdidos, bajo un liderazgo que la destruye.


Christian Lomakin

Economista.

europapress