Señor director:
La reciente columna de la Academia Chilena de Ciencias, titulada Crisis de la ciencia en Chile, ofrece una crítica profunda y bien fundada sobre el estado actual de la ciencia, la tecnología, el conocimiento y la innovación (CTCI) en nuestro país.
Entre sus puntos más preocupantes, destacan el insuficiente presupuesto destinado al sector, las graves deficiencias en la gestión de la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo (ANID), la creciente irrelevancia del ministerio como actor estratégico y el debilitamiento de la incidencia académica en la construcción de políticas públicas.
Frente a este diagnóstico, la respuesta desde el Gobierno -específicamente del subsecretario de Ciencia- se limitó a exponer avances administrativos y logros aislados que no consiguen contrarrestar el deterioro señalado. Más que tranquilizadora, la respuesta resulta pueril y decepcionante. La crisis de la CTCI no se resuelve con reuniones ni con declaraciones de buena voluntad; exige acción decidida, planificación estratégica y, sobre todo, liderazgo político para reposicionar el conocimiento como eje del desarrollo nacional.
El llamado al Gobierno es a enmendar el rumbo, impulsando medidas que devuelvan al Ministerio de Ciencia su rol estratégico y a la ANID la eficiencia que el país requiere. Porque a pesar de llevar tres años de gestión, la pregunta sigue siendo la misma: ¿cuál es la estrategia?
Dr. Iván Suazo Galdames
Vicerrector de Investigación y Doctorados
Universidad Autónoma.