Una idea vieja, adecuada pero ineficiente

|

Germau0301n Pinto (1)

La idea que señalo en el título de esta columna, y que aprecio que haya llamado su atención para leerla, es la propuesta de rebajar el tramo exento de los impuestos personales: Impuesto Único al Trabajo (IUT) e Impuesto Global Complementario (IGC).


Antes de entrar en los detalles, debo explicar que tanto el IUT como el IGC son tributos progresivos porque gravan con una tasa que aumenta a medida que se incrementan las bases imponibles; el IUT es mensual y el IGC es anual; ambos aplican una tabla que está ordenada por tramos y tasas que parten de un 4% hasta llegar a un 40%. La tabla del IUT está expresada en Unidades Tributarias Mensuales (UTM) y el IGC en Unidades Tributarias Anuales (UTA). Ambos tienen un tramo exento que parte desde 0 a 13,5 UTM o UTA respectivamente.


La propuesta es rebajar este tramo y partir la tributación desde un monto inferior a las 13,5 UTM o UTA actuales, permitiendo que más contribuyentes paguen impuestos al disminuir la base imponible afecta a tributación.


Es una idea vieja, porque desde el año 2001 que se ha planteado, pero con los diálogos Sociales que realizó el ministerio de Hacienda el año pasado, tomó mayor fuerza porque la OCDE la propuso como una forma de generar eficiencia en la recaudación tributaria de nuestro país.


Es coherente, porque su postulado comulga con los principios jurídicos de igual y equidad contributiva.


Es adecuada, porque es apropiada con el criterio emanado de la autoridad fiscal de incrementar la recaudación para que el Estado tenga más recursos para poder dar solución a las necesidades sociales de mejores pensiones, condonación al CAE, ayuda a las familias y otras vehementemente demandadas.


También es adecuada para corregir un antecedente que, para muchos, es una aberración de nuestro sistema tributario, pues de un total de 10 millones de contribuyentes de ambos tributos, el 75% de ellos no tributan porque sus sueldos están bajo las 13,5 UTM y sus bases imponibles anuales están bajo las 13,5 UTA, es decir, un grupo mayoritario de contribuyentes no pagan estos impuestos, pese a tener rentas afectas.


Sin embargo, es ineficiente porque no logra el nivel de recaudación que se espera.


De acuerdo con estudios que hemos realizado a través de micro simulaciones, hemos llegado a la conclusión que de bajar las bases exentas a 10 UTM y 10 UTA respectivamente y afectando esas rentas con una tasa del 3%, la mayor recaudación para el IUT ascendería a $158.956.628.162; para el IGC, la nueva recaudación ascendería a $48.889.671.738, es decir, en total se recaudarían $207.846.299.899 equivalente a 207 millones de dólares.


De esa cantidad, el 30% se destinaría a burocracia y el 70% a gastos social. De ese 70%, el 20% se destinaría a pensiones, 20% a educación, 20% a salud, 12% a seguridad y 28% a otros planes diversos.

¿Eso es mucho o poco?


Lo dejo a su criterio. Solo puedo decir que en el año 2023 el presupuesto de la Universidad de Chile consideró ingresos por $943.387.036.000 (cifra tomada del Decreto Universitario 22354 de 27.06.2024 de público acceso). Esto significa que el 11% de los ingresos de esta casa de estudios, corresponderían al total de la mayor recaudación que lograría esta propuesta.


Es evidente que no es eficiente.


Sin embargo, sí es eficiente diseñar un esquema distinto de tributación de las personas de ambos impuestos, considerando menos tramos y tasas más competitivas de acuerdo con el concierto internacional, diseño que debería ser incluido en las futuras reformas tributarias.


Prof. Germán R. Pinto Perry

Director Programas de Especialización Tributaria

Centro de Investigación y Estudios Tributarios NRC

Universidad de Santiago

europapress