A inicios de este 2024, Icare, anunció que, tras 50 años, su director Ejecutivo, el ingeniero comercial de la Universidad de Chile, Manuel Vargas, iniciaba un proceso para su reemplazo.
La institución tiene, según su propia definición, el propósito de promover la excelencia empresarial. Es un espacio de encuentro, donde se generan las conversaciones ligadas al mercado y a la situación país. Y desde 1953, Vargas ha estado a cargo de la coordinación de empresarios y profesionales vinculados a diversos sectores de la actividad económica, asociados a esta corporación privada.
Manuel Vargas logró sin duda posicionar a Icare como un referente del ámbito empresarial del país. La mejor muestra de ello es ENADE, encuentro que cada año organiza la institución y que reúne a la sociedad civil, Gobierno, Parlamento y empresarios. También los ciclos de diálogos, reconocidos en todo ámbito.
Pero tras esos 50 años, por primera vez esta institución será dirigida por una dupla de mujeres. Karen Thal como Presidenta y Magdalena Díaz, quien será la directora ejecutiva.
Conocida principalmente por su rol como ex Jefa de Gabinete del fallecido Presidente Piñera, Magdalena es una trabajadora social y magister en políticas públicas, con experiencia en instituciones de voluntariado como son las fundaciones América Solidaria y Un Techo para Chile.
Su visión y capacidad articuladora son ampliamente reconocidas, también su capacidad para rebatirle al presidente, habilidades que permiten un buen augurio, ya que el cargo exige liderazgo y ello, a su vez, requiere capacidad para enfrentar visiones y contraponerlas.
Más allá de su propia trayectoria, es una señal potente que dos mujeres logren estar en lo más alto de los directorios y de las decisiones empresariales. Tal como rezó el último título de ENADE, es ir contra el inmovilismo. La asociación de AFP ya había dado un primer paso, con Constanza Bollmann como Gerenta General y con Paulina Yazigi como Presidenta.
Hoy, ellas representan poco más del 20% en los directorios de las empresas IPSA. Un número que ha ido en aumento, ley de por medio. Sin embargo, al ritmo que llevamos pasarán varios años para que Chile supere el umbral de 30%, que es el nivel de participación femenina en altos cargos de los países desarrollados.
Chile es un país con rica cultura de empresas familiares y en las familias hay mujeres, y este tipo de empresas, el 78% de las sociedades a nivel nacional, tienden a ser más diversas y abiertas a lo femenino. Los altos índices de exclusión deben ser parte del debate y dar pie para ir diversificando carreras, edades y perfiles en los directorios chilenos.
Las mujeres son más inquisitivas y se autoexigen para estar mejor preparadas, lo que genera positivas dinámicas en los directorios. Su aporte y su sentido de deber, de cuidado y de prudencia contribuyen a un mayor respeto y a reducir los espacios para la impulsividad. Incorporar mujeres ayuda a una mayor reflexión y a otra perspectiva del diálogo.
Una mujer en un directorio es coartada (citando a Lucía Santacruz) ; dos, compromiso genuino y; tres, solidez institucional. Que Icare y la AAFP proactivamente tengan en sus dos principales cargos a una dupla de “ellas”, sin duda ayuda a ir bajando la cuota del “Club de Toby” que aun domina el mercado. Es un tremendo paso para ir por metas más ambiciosas o plazos más breves en la inclusión de mujeres en directorios, muy al debe aún en Chile.
Los mejores augurios para un renovado Icare, revestido de energía femenina, esa que planta, nutre y cultiva, ayudando a la empresa chilena a progresar, sembrando la duda razonable de si queremos, debemos o podemos seguir haciendo más de lo mismo; nutriendo ideas diversas y sugerentes de nuevos mundos deseables y factibles y cultivando el continuado diálogo de la empresa con el estado y la sociedad para co-construir un mejor futuro para todos y todas.
Gonzalo Jiménez Seminario,
Presidente de Proteus Management & Governance
Profesor Universidad Católica de Chile, Director de Empresas Familiares