Los datos recientes nos indican que la actividad económica está mejorando, aunque en un proceso zigzagueante, el que se espera culmine a fin de año con una tasa de crecimiento del PIB del orden de 2,5% a 2,7% y con una inflación aun cercana a 3,6% o más. Lo importante es que la economía ha salido del estancamiento de 2023 y que la inflación se mantiene controlada a un nivel todavía alto, mientras el mercado laboral sigue mostrando debilidad.
En la coyuntura macroeconómica chilena se observa, que la actividad productiva se está recuperando con fuerza a inicios de este año, pero en vaivén y en una tendencia ajustada de orden del 2%, si al 3,5% del IMACEC de abril 2024 se le descuenta el efecto calendario de tres días adicionales respecto de abril 2023. A pesar de que todos los sectores crecieron en abril, los índices de algunos sectores muestran más lentitud o retrasos, recuperándose en zigzag, como la producción Minera cuyo Índice INE pasa de 7,9% en febrero a -1,1% en marzo, aunque el cobre presenta registros de producción acumulada anual positivos de 0,7%, 5,0% y 3,0% en enero, febrero y marzo. Lo mismo ocurre en el sector de la construcción, cuya Índice INE confirma la baja actividad de este sector (-7,6%, -7,1% y -6,9% en enero, febrero y marzo). La economía chilena está retomando el crecimiento, sin embargo, se trata de algo netamente cíclico, nada estructural.
También se observa, que el mercado laboral sigue débil. Su tasa de desempleo sigue alta y en abril 2024 se ubica en 8,5%, mismo nivel de los últimos seis meses. La tasa de participación y ocupación se ubican en 62,5% y 57,1% respectivamente. Los empleos perdidos se han ido recuperando a mayor ritmo, desde en este IMC, USACH se estima que en Chile faltan 253.140 empleos para tener la misma tasa de empleo prepandemia, con los que la tasa de desempleo, sería de 10,7%. Y, aunque en abril de 2024, en comparación con el mismo mes del año anterior, se generaron 332,567 nuevos empleos, más del 50% de éstos, son informales o de subempleo, El sector informal ha experimentado un crecimiento anual del 5.8%, muy por sobre aumento en el sector formal (4.3%). cifra que indica que la tasa de empleo informal que llegó al 28.2%.
Se observa, además, que la convergencia de la inflación a la meta del 3% se dilata y la TPM se neutraliza más lento, y se plantea incertidumbre respecto a nuevos recortes. El IPC muestra signos de ralentización en su proceso de convergencia a la meta de 3%. En el Equipo del Conversatorio de Política Económica de la Usach, se estimó que el IPC de mayo tendrá una variación mensual de 0,57%, implicando con ello una variación de 4,37% en doce meses y de 2,77% en lo que va de 2024, no obstante, esperamos que en junio se ajuste a 1,1% respecto de la variación estimada para mayo. En este contexto, es que se espera que, en el resto del año, el Banco Central de Chile también ralentice el ajuste de la Tasa de Política Monetaria, mientras persista la resistencia a la baja de la inflación interna y no se vislumbre un ritmo sostenido de
convergencia a la meta del 3%, más bien al contrario, continúen además afectándonos los factores externos, como que la FED descarte recortes en su tasa de referencia para este año, influyendo en mantener alto el tipo de cambio y así manteniendo las presiones al alza de precios internos en Chile. El rezago en el mercado laboral chileno es claro y sin políticas pro crecimiento y formalidad solo veremos trabajadores más precarizados en el largo plazo.
También se observa que el cobre toma un rol protagónico en nuestras Finanzas Públicas. Su precio, ha tomado un fuerte impulso este año, entre el 02 de enero y 30 de mayo de 2024 sube de US$3,82 a US$4,54 dólares la libra, promediando un valor de US$4 y llega a un máximo de US$4,92 el 20 de mayo. El Ministerio de Hacienda en el Informe de Finanzas Públicas (IFP) del primer trimestre de 2024, proyecta un precio promedio de 420 USc$ la libra (US$4,2 dólares la libra), equivalente a un 9,4% más que lo estimado para 2024 en el IFP del cuarto trimestre de 2023. Además, para este año se estima que la producción de cobre llegará a 5,5 millones de toneladas y que alcanzará los 6 millones para 2025. Adicionalmente, existe un gran consenso en que el grupo de expertos consultados por Hacienda por el precio del cobre de largo plazo corregirán al alza el precio del metal rojo, dando espacio a mayor gasto y una mayor holgura fiscal. Según la Dirección de Presupuesto (Dipres), 1 centavo de dólar de alza en el precio del cobre genera US$27,9 millones de ingresos efectivos (US$18 millones aproximadamente por Codelco y el resto por la minería privada) al año. Mayores recursos fiscales que, desde luego, no debieran desatar un mayor gasto fiscal.
Se observa también que la Productividad Laboral ha vuelto a su situación de estancamiento de hace una década (oscila entre -0,5%, -6,3% y -1,9% en 2021, 2022 y 2023, respectivamente), inferimos que la coyuntura actual es de una economía en donde la eficiencia en el uso del capital y la mano de obra no está en línea con el aumento que experimentaron con fuerza los salarios reales y que comienza a experimentar la actividad en este proceso final de recuperación de los fundamentos macroeconómicos, por lo que existe un potencial impacto negativo, en concreto, en el último tramo de control del IPC para anclarlo a la meta fijada por la autoridad monetaria, luego del fuerte desajuste derivado de la crisis económica más reciente.
Entonces, la nueva coyuntura económica revela que el proceso de crecimiento económico local y externo está presentando signos de rápida recuperación, sin embargo, al no estar la inflación anclada a la meta existe un riesgo real de que el control de precios se dilate por sobre lo esperado y las condiciones de financiamiento fiscal continúen estrechas mayor tiempo del previsto.
Víctor Salas Opazo y Equipo1
Conversatorio de Política Económica
Departamento de Economía, USACH
1- En el Equipo del además participan el profesor Carlos Yévenes y Sebastián Cuéllar Pedreros como coordinador de ayudantes de investigación y Benjamín Oyarce, como ayudante de investigación.