Informe Macroeconómico Coyuntural de abril 2024

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VICTOR SALAS


La recuperación de los equilibrios macroeconómicos en Chile sigue avanzando, pero sus procesos de ajustes se vuelven más complejos y atados a factores externos. Estamos en un proceso de recuperación de los equilibrios macroeconómicos de nuestra economía, pero aún se observan fuertes tensiones internas y externas que exigen ser cautos en el análisis de la coyuntura económica chilena. 


Aparentemente la actividad productiva, medida mensualmente por el IMACEC, está recuperándose, pero no a la velocidad mostrada en enero 2024 (2,5%) ni la de febrero (4,5%) sino más bien cerca de la tasa anualizada del mes de marzo (0,8%). Además, la tasa de desempleo se ha mantenido alta (8,7% en el trimestre móvil enero a marzo 2024), dando indicios de que el mercado laboral sigue débil sin capacidad de crear los puestos de trabajo necesarios para alcanzar la tasa de ocupación de 2019. Las tensiones también siguen en los precios internos, al mes de abril nos mantenemos con tasas de inflación frenadas, alrededor del 4,0% anualizada.

 

El IMACEC sigue en tendencia positiva, aunque algo menos dinámica. Todos los sectores económicos contribuyeron al alza del índice, incididos mayoritariamente por la minería y el resto de los bienes, mientras que la industria y el comercio son los sectores que cayeron durante ese mes, sectores altamente dependientes de la actividad diaria. La tasa de desempleo se ubica todavía en un alto nivel (8,7%), lo que sin embargo da muestras de ajustarse, lentamente a la baja (0,1 punto porcentuales menos que hace 12 meses), es la primera reducción en 16 meses. La contracción es debido a que la fuerza laboral aumentó menos que las personas ocupadas (3,2% y 3,4%, respectivamente). La tasa de participación y ocupación se ubican en 62,4% y 56,9% respectivamente. Los empleos perdidos se han ido recuperando a mayor ritmo, desde el Conversatorio de Política Económica de Economía de la USACH estimamos que en Chile faltan 269.639 empleos para tener la misma tasa de empleo prepandemia. Incorporando los empleos faltantes o perdidos a los desempleados para medir la tasa de desempleo, esta cifra sube de 8,7% a 11%, mostrando la debilidad que se mantiene en el mercado laboral chileno.

 

Seguimos observando que aún faltan empleos en Chile, ello pese a que la creación de empleos por mes, desde septiembre a la fecha ha estado por sobre el promedio histórico (16 mil puestos, entre 2010 y 2019). Pero, claro, no sirve estar en el promedio, se requiere superarlo para recuperar los empleos que faltan. A pesar de que, a marzo 2024 el sector privado, comparado con el año anterior, ha creado más de 170.000 puestos formales, la ocupación informal se mantiene en altos niveles, llegando a 28,1%, en el trimestre móvil enero a marzo 2024, subiendo 0,7 puntos porcentuales, respecto del año anterior. 


La inflación para el mes de abril llegó a un 4,0% anual en su serie empalmada del Instituto Nacional de Estadística (INE), lo que significa que se ha vuelto un poco más compleja la tarea del BC para llegar a la meta en el horizonte de dos años del 3%, aunque se observa en los datos una trayectoria estable dentro de la parte alta del rango meta. La convergencia de la inflación a la meta se está dificultando, por expectativas impactadas por la coyuntura económica internacional.

 

Los datos indican que la inflación se ha ido ralentizando respecto al año pasado, lo que tiene causas relacionadas a la actividad económica positiva de los últimos meses y al factor externo, el cual sigue presentando los principales riesgos para el anclaje del IPC. 


La tasa de política monetaria (TPM) ha venido disminuido y está actualmente en 6,25% y para la reunión de este mes del Banco Central se espera (Encuesta de Expectativas Económicas, EEE) un recorte de 0,25% al igual que para la sesión siguiente, con lo que se dilatarían los ajustes macroeconómicos. Es que, básicamente, la velocidad de ajuste que aplique el Banco Central de Chile dependerá de la evolución del IPC (que no baja suficientemente), variable que se ve impactada indirectamente por el diferencial de tasas de referencia entre Chile y USA y Europa, en un proceso que afecta el flujo de capitales (salidas) y correspondientemente, el tipo de cambio (depreciándolo), constituyéndose finalmente en un determinante de aumentos en los precios internos. En concreto, mientras la FED mantenga su tasa en máximo de 5,5% y el Banco Central de Chile siga bajando su TPM, los diferenciales seguirán operando sobre el flujo de salida de capitales, lo que mantendrá alto (sobre 920 pesos) el precio del dólar, lo que sin duda dificultará el ajuste de los precios internos durante este año. Solo el aumento que ha tenido recientemente el precio del cobre (si se mantiene alto) podría reducir el valor del dólar y podría contener la depreciación de nuestra moneda y compensar así las presiones inflacionarias desde el exterior. 


Sabemos que el cobre ha tenido un fuerte impulso en su precio, entre el 02 de enero y 15 de mayo de 2024, ha subido de $3,82 dólares a $4,63 dólares la libra, promediando un valor de US$4,0. Los mayores precios del cobre no solo aprecian nuestra moneda respecto del dólar, abriendo una ventana para contener los precios internos, sino también generan mayores ingresos fiscales. Tal es así que Hacienda, en el Informe de Finanzas Públicas del primer trimestre de 2024, proyecta un precio promedio de US$4,2 dólares la libra, equivalente a un 9,4% mayor que lo estimado para este año en el IFP del cuarto trimestre de 2023, por lo que se esperan mayores ingresos fiscales. Al asumir que la actividad se expandirá por sobre las expectativas en 2024, el Gobierno cambia también su proyección de Balance Fiscal y calcula un Balance Efectivo y Cíclicamente Ajustado de -1,9% y -2,2% (-1,9% en el IFP anterior) respectivamente. Así el El IFP informa que el Gobierno está comprometido a gestionar este desajuste proyectado, para lo cual está a la espera de los resultados finales de la Operación Renta 2024 y no descarta evaluar el Gasto proyectado para el presente año. 


El Gobierno ha estado controlando eficientemente el gasto fiscal distanciándose de la meta de déficit estructural de 1,9% del PIB que existe para 2024, ello a pesar de estar en altos niveles de endeudamiento, donde la deuda bruta como porcentaje del PIB está proyectada para 2024 levemente inferior respecto al IFP cuarto de 2023 (41,2%) en 40,6%, tasa que está cuestionada por el Consejo Fiscal Autónomo por estar sobre el límite de endeudamiento fiscal adecuado para la estabilización macroeconómica del país.

 


Finalmente, se debe mantener presente que los factores externos y algunos precios internacionales nos siguen condicionando las variaciones del tipo de cambio y dificultan los ajustes macroeconómicos nacionales, aunque en ese ámbito se esperan soluciones no dramáticas. 


 Víctor Salas Opazo y Equipo

Conversatorio de Política Económica 


Departamento de Economía, USACH 


europapress