A no bajar la guardia
Sr. Director,
El Servicio Agrícola Ganadero (SAG) dio por superada la emergencia sanitaria por influenza aviar, enfermedad que golpeó fuerte a la industria avícola en 2023. Sólo en el caso de los productores de huevos se debió sacrificar cientos de miles de aves, reduciendo en 4% el número de ponedoras.
Sin embargo, no hay que bajar la guardia. Los recientes brotes en Estados Unidos demuestran que el virus sigue manifestándose con fuerza e incluso algunos científicos, ante su presencia en mamíferos, han advertido sobre su peligrosidad de propagación.
En ese contexto, se ha generado una alianza público-privada en el país para prevenir y responder a futuros riesgos. En el caso del sector productor de huevos, su gremio está aportando con diversas herramientas, buscando mantener una provisión permanente de este alimento que es fundamental en la dieta de los chilenos.
Entre otras acciones, se elaboró un Manual de Bioseguridad para la avicultura familiar campesina -que será difundido a través de INDAP- y cápsulas audiovisuales para la capacitación en bioseguridad a productores de huevos de todo tamaño. Las cápsulas están basadas en los requisitos establecidos por el SAG, que serán exigibles a los planteles productores de huevos a partir de julio.
Por último, tras intensas gestiones con compañías de seguros, se logró reabrir la opción de los avicultores de contratar seguros privados contra enfermedades exóticas, incluida la influenza aviar. De este modo, se duplicó la cobertura de ponedoras aseguradas, superando ya el 60%.
Todas estas acciones deben ir acompañadas de un compromiso de los avicultores nacionales, de todo tamaño, en la mejora de las condiciones de bioseguridad. La meta: asegurar la salud de la población y la entrega de alimentos de alta calidad nutricional.
Patricio Kurte,
Gerente general,
Chilehuevos
