Sr. Director,
Bastante sorpresa causó el registro de inflación para el segundo mes del año. Y es que, analizando tanto la serie empalmada como la nueva serie referencial, se constatan sendos aumentos en la inflación anual (3,8 a 4,5% y 3,2 a 3,6%, respectivamente). Más aún, si atendemos a la inflación sin volátiles (que es la medida favorita del Banco Central), se aprecia que ésta se mantuvo alta, pasando de 4,3% en enero a 4,2% en febrero (en 12 meses).
En vista de esto, cabe preguntarse, ¿significa esto que estamos perdiendo terreno en la lucha contra la esta? Creo que aún es prematuro para afirmar aquello, sin embargo, este dato debe encender las alarmas, y recordarnos que estamos aún en la lucha contra el flagelo de la inflación.
En este contexto, resulta prudente que el gasto fiscal apoye de manera más decidida al control del gasto agregado. Se precisa de una correcta y eficiente ejecución. Y por otra parte, en virtud de este dato es probable que en la siguiente reunión de política monetaria (a efectuarse en el mes de abril), el ente rector opte por una rebaja de tasas de una menor magnitud a la que se podría haber anticipado en el mes de enero (75pb en lugar de los 100pb que se estaban anticipando).
Rodrigo Montero,
Decano de la Facultad de Administración y Negocios
Universidad Autónoma de Chile