El siglo XXI se ha caracterizado, entre otros aspectos, por la globalización y con ella, el intenso intercambio de bienes y servicios entre economías a través del mundo. En ese contexto, se destaca la cantidad de estas cargas que se mueven por los océanos y mares del mundo, llevando al transporte marítimo y las rutas empleadas a ocupar un lugar importante dentro de cualquier mirada y análisis geopolítico.
En una columna anterior observamos cómo, al conflicto entre Israel y el grupo islámico Hamas, buscaban incorporarse actores de otras latitudes, y con intereses y relaciones no tan claras, pero cuyo actuar podría generar efectos en el valioso transporte marítimo que navega las rutas desde la península arábiga con destino a Europa, a través del golfo de Adén y el mar Rojo. En esa oportunidad nos referíamos a la aparición de los rebeldes hutís de Yemen en la escena.
El señalado comercio marítimo depende sustantivamente del “buen orden en el mar”, al igual como, en el contexto de un país, su desarrollo económico y social, depende del respeto de las normas y leyes vigentes, las que no solo dan seguridad sino también, estabilidad para su intercambio, por medio de vías terrestre, marítimas o aéreas.
A nivel mundial, desde principios de este siglo hemos podido apreciar cómo, a la amenaza que pudieran significar conflictos entre países ribereños, se han sumado grupos para militares y terrorista, los que reeditaron la piratería como amenaza a ese orden en los mares.
El impacto de estas prácticas no solo fue económico sino también social, a nivel de que Hollywood se hizo cargo a través de la producción cinematográfica llamada “Capitán Phillips” (2013) que buscó recrear el secuestro del M/V Maersk Alabama por parte de piratas somalíes en el océano Índico.
La amenaza de la masificación de la piratería y su impacto económico, particularmente a Europa, no solo generó rechazo a nivel mundial sino que obligo a la conformación de una fuerzas naval de la Unión Europea que opera en el océano Índico y cuerno de África como Operación Atalanta, teniendo como misión la protección de los buques destinados a Somalia y los envíos pertenecientes al Programa Mundial de Alimentos y a la Misión de la Unión Africana en Somalia, así como otros envíos vulnerables.
El día de hoy, las noticias nuevamente nos han sorprendido con la captura, por parte de rebeldes hutís, de la M/V Galaxy Leader, que navegaba por el mar Rojo, en una operación que dista mucho de aquellas acciones relatadas en los párrafos precedentes y mostradas en la película señalada asociada a los piratas del siglo XXI. En esta ocasión se trató de una operación militar, planificada y desarrollada con medios dignos de una fuerza militar regular; sin embargo, efectuada por un grupo de rebeldes, cuyo apoyo y financiamiento es no es transparentemente conocido, cuyos propósitos tampoco son claros, pero que, definitivamente, afectan la libre navegación y el “buen orden de los mares”.
Los efectos potenciales son incalculables puesto que su actuar afecta la ya mencionada ruta marítima del mar Rojo, por donde fluyen importantes recursos energéticos y cargas hacia el viejo continente.
Esta realidad una vez más nos golpea con situaciones y práctica que pensábamos había quedado en el pasado, o al menos habían sido controladas. La crudeza de la realidad parece decirnos lo contrario, lo cual nos debe llevar a meditar, como país, cuáles son nuestros riesgos, en particular, de nuestros productos y cargas, y con ello, en una visión geopolítica, cuán preparados estamos para proteger nuestros intereses, no solo hoy sin que mañana también?
Leonardo Quijarro Santibáñez
Profesor Residente Sostenimiento y Planificación en Academia de Guerra Naval
Contraalmirante en retiro. Es Licenciado en Ciencias Navales y Marítimas. Ingeniero Naval Electrónico, Academia Politécnica Naval. Magister en Ciencias Navales y Marítimas, Academia de Guerra Naval. Diplomado en Ingeniería Industrial con mención en Gestión de Empresas, Universidad de Concepción. Diplomado en Asuntos Antárticos, Universidad de Magallanes. Diplomado en Alta Dirección, Academia de Guerra Naval. Profesor Militar de Academia en la especialidad de Operaciones Navales.