Los túneles de Gaza: ¿la Guerra de Subsuelo?

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Leonardo Quijarro Santibau0301nu0303ez


Febrero de 2022, con el inicio de las hostilidades entre Rusia y Ucrania, el mundo vio el resurgir de un tipo de conflicto se pensaba era una reminiscencia del siglo pasado, superados con el imperio de la globalización, la transformación digital y la racionalidad del siglo XXI. El tiempo ha dicho que no estaban obsoletos ni en el olvido, habiendo transcurridos ya más de un año y medio de enfrentamientos, con una combinación de la tradicional guerra terrestre de blindados y la incorporación de nuevas tecnologías como son los misiles hipersónicos o la munición merodeadora (coloquialmente conocidos como drones kamikaze), la guerra está lejos de concluir.


El 7 de octubre, con la irrupción de milicianos del grupo Hamas en territorio de Israel desde la franja de Gaza, se produjo la reignición de un conflicto que se ha mantenido activo y, por ciclos, en las portadas de la prensa mundial los últimos 60 años. En esta acción, que no solo afectó objetivos militares, se atacó y mató también población civil, muriendo cerca de 1400 personas y siendo secuestradas un número cercano a 220, incluyendo militares, jóvenes, ancianos y niños.


La franja de Gaza fue entregada el año 2005 por parte de Israel a la entonces existente Organización para la Liberación de Palestina (OLP), , liderada por el grupo Fatah, para su administración, la que se mantuvo hasta el año 2007, año en que, después de algunas disputas, pasó a manos de Hamas, que en la actualidad se desempeña como un actor híbrido, parte organización terrorista y parte gestor político en los citados territorios.


Las fricciones entre Hamas e Israel se han sucedido, con diferente intensidad desde ese año, motivando algunas acciones militares mayores como las Operaciones Cast Lead (diciembre 2008), Pillar of Defense (noviembre 2012) y Protective Edge (julio 2014), entre las de mayor renombre.


En la medida se sucedieron estas operaciones, éstas fueron revelando el nuevo desafío a que se enfrentaban las fuerzas militares de Israel en territorio de la franja de Gaza: la red de túneles que progresivamente ha ido desarrollando Hamas. La denominada Guerra de Subsuelo.


A pesar lo novedoso que pudiera parecer el concepto, no lo es. Desde la antigüedad los túneles se emplearon en forma defensiva, para proteger bienes y personas, o en forma ofensiva, para infiltrar fuerzas bajo las murallas que protegían ciudades u horadar sus fundaciones. Durante la I Guerra Mundial cientos de éstos fueron cavados en el frente francés por ambos bandos beligerantes, sirviendo como grandes minas que eran explosadas al paso de las fuerzas oponentes.


En época más reciente, en la guerra de Vietnam, el Vietcong excavó cientos de kilómetros de túneles, multi niveles, que empleó para vivir en su interior, esconderse y desde allí, emboscar y atacar a las fuerzas norteamericanas, obligándolos a crear nuevas unidades especializadas en esta nueva táctica, a las que denominaron Ratas de Túnel (Tunnel Rats).


En el presente, y el desafío al cual se ven enfrentadas las Fuerzas de Defensa de Israel (IDF), es la realidad que Hamas ha desarrollado intrincadas redes de túneles bajo la franja de Gaza. El empleo de túneles en Gaza comenzó hace casi 20 años, buscando permitir el contrabando de bienes y armas hacia el interior del enclave, burlando de esta forma el control establecido por Israel. Sin embargo, en el tiempo, los milicianos, al igual que en el pasado, fueron ampliando su concepción y empleo hacia propósitos militares, sirviendo ya no solo de escondite sino también, como centros de comando, lugar de almacenamiento, medio de infiltración y otros, siendo sumamente difícil su detección y neutralización dado que se ubican, generalmente, a profundidades que parten de los 10 metros, por debajo, como se ha señalado en más de alguna oportunidad, de una de las regiones más densamente pobladas del mundo, la que, de por sí, tiene una complejidad en su desarrollo urbanístico como consecuencia de la densificada construcción y reconstrucción, usualmente apresurada, posterior a los bombardeos realizados por Israel.


Desde el punto de vista táctico, y como lo ha expresado más de algún experto, ingresar en este territorio, tanto sobre como bajo la superficie, requiere de inteligencia, fuerzas militares con competencias específicas para este tipo de ambiente, empleo de tecnología, no solo para detectar las zonas de ingreso sino para poder progresar en su interior y, finalmente, poder consolidar los objetivos, sea este el rescate de rehenes y la neutralización de aquellos milicianos que han sido claves por su rol en el conflicto. Lo antes señalado anteriormente muestra solo algunos aspectos que dan a estas operaciones una connotación particular y es lo que lleva a referirse a éstas como una guerra diferente, en el subsuelo.


En una escala diferente, las redes de metro que se tejen bajo las grandes urbes en el mundo ofrecen características que, potencialmente, dan para pensar en su potencial empleo, en caso de requerirse, y probablemente en una mirada más defensiva, como infraestructura que puede contribuir a la gestión y protección de la población, si es que su diseño y arquitectura amplia su mirada este tipo de guerra, que insisto, no es nueva.



En definitiva, el mundo está expectante ante el desarrollo de las anunciadas acciones de la fase terrestre al interior de la Franja de Gaza, las que se estima serán complejas y con resultados que no serán inmediatos, pero que, sin duda, nos mostrará una nueva faceta de conflictos con tácticas ya estrenadas con tecnologías del siglo XXI. La pregunta que queda en el aire es, ¿cuál será el costo a pagar por cada beligerante en esta intrincada realidad?


Leonardo Quijarro Santibáñez

Profesor Residente Sostenimiento y Planificación en Academia de Guerra Naval

Contraalmirante en retiro. Es Licenciado en Ciencias Navales y Marítimas. Ingeniero Naval Electrónico, Academia Politécnica Naval. Magister en Ciencias Navales y Marítimas, Academia de Guerra Naval. Diplomado en Ingeniería Industrial con mención en Gestión de Empresas, Universidad de Concepción. Diplomado en Asuntos Antárticos, Universidad de Magallanes. Diplomado en Alta Dirección, Academia de Guerra Naval. Profesor Militar de Academia en la especialidad de Operaciones Navales.


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