Sr. Director,
Es importante reflexionar sobre el incremento del acceso a dispositivos móviles entre niños y adolescentes, cuya edad promedio de exposición en Chile es de 8 y 9 años, según el estudio Global Kids Online. Asimismo, existe un incremento de su uso en niños entre los 0 a 5 años (quienes pasaron de 2% a 9%, entre 2016 y 2022) y de 6 a 9 años (de 30%, en 2016; a 49% en 2022).
Dichos hallazgos generan señales de alerta sobre el uso problemático de estos dispositivos en el desarrollo infantil, tales como patrones alterados de sueño y alimentación, sedentarismo que conducen al sobrepeso y la obesidad, dificultades en la memoria, aprendizaje, merma en el desarrollo motriz y de habilidades sociales.
Por consiguiente, es clave establecer acuerdos y normas claras respecto al uso de estos dispositivos en el hogar, con un plan familiar sobre el tiempo que pasan los niños frente a la pantalla, es decir, que ellos necesitan dormir de 8 a 12 horas, actividad física regular (de 1 a 3 horas por día) y tiempo de calidad lejos de las pantallas como jugar al aire libre, pintar, cantar, conversar con sus padres para fomentar el desarrollo cognitivo y emocional.
Así, es una responsabilidad colectiva de padres, educadores y de quienes inciden en las políticas de salud públicas, lograr un equilibrio entre los avances tecnológicos y las condiciones esenciales para el desarrollo mental positivo de las generaciones más jóvenes.
Dr. Ps. Eduardo Sandoval-Obando
Investigador Instituto Iberoamericano Desarrollo Sostenible
Universidad Autónoma de Chile