​ Estrategia de electromovilidad: de la visión a la acción

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Rodrigo Labra,

Para concienciar y difundir las ventajas de un transporte más sostenible y amable, desde hace tres años, el 9 de septiembre se celebra el Día Mundial de Vehículo Eléctrico. Según un reciente reporte de la Agencia Internacional de Energía (IEA), se espera que las ventas de este tipo de automóviles (EVs) aumenten un 35% este año a nivel mundial.


Chile tiene una gran oportunidad para liderar la transición hacia la electromovilidad en América Latina, gracias a su Estrategia Nacional, que plantea que en 2035 el 100% de las ventas de vehículos livianos, medianos y de transporte público (buses, taxis y colectivos), y maquinaria de gran tamaño deben ser cero emisiones. Es decir, todos los vehículos que se vendan en Chile tendrán que ser 100% eléctricos.


Para lograr esta ambiciosa meta, se requiere de un trabajo conjunto entre el sector público y privado, que impulse el desarrollo de un ecosistema que facilite la adopción de la electromovilidad. Esto implica generar condiciones favorables para la inversión, la innovación y la educación en esta materia, así como fomentar la creación de una red de carga adecuada y accesible para los usuarios de los vehículos eléctricos.


También se necesita incentivar la demanda de estos, mediante políticas que reduzcan el costo inicial, los impuestos, los estacionamientos y las zonas de carga, entre otros aspectos. Estas medidas pueden inspirarse en las experiencias exitosas de otros países que han apostado por la electromovilidad, donde se han implementado subsidios, exenciones tributarias y ayudas para promover esta tecnología.


En Chile ya se han dado algunos pasos importantes en esta dirección, como la exención del pago del permiso de circulación por dos años para los autos eléctricos e híbridos con recarga eléctrica exterior, y el aumento progresivo del pago porcentualmente hasta el año ocho. Sin embargo, se requieren más acciones para masificar la electromovilidad y hacerla más atractiva para los compradores particulares.


Los resultados ya se empiezan a ver: según los registros de la Asociación Nacional Automotriz de Chile (ANAC), en 2022 se inscribieron 6.904 unidades de vehículos electrificados y bajas emisiones, lo que representa un 1,6% de participación en el mercado. Para este 2023, se estima que crezca hasta un 2.6%. Este sería el mayor crecimiento histórico acumulado para estas categorías de vehículos, impulsado principalmente por los híbridos autorrecargables.


Estas cifras son alentadoras y demuestran que hay un interés creciente por la electromovilidad en Chile. Sin embargo, aún queda mucho camino por recorrer para alcanzar el objetivo nacional. Por eso, es fundamental que todos los actores involucrados en este proceso se comprometan con esta visión y actúen con decisión y urgencia. La electromovilidad no es solo una opción más de transporte, sino una necesidad para el desarrollo sostenible del país.


Rodrigo Labra, 

Encargado de electromovilidad de Gildemeister

europapress