​Y ahora… ¿Qué puedo hacer con la Inteligencia Artificial?

|

Nicolas Vilela

¿Recuerdas cuando el ex Presidente de EEUU, Barack Obama, contó que tenía 10 trajes iguales para eliminar la decisión de qué ropa ponerse cada día? Lo mismo ocurría con Mark Zuckerberg, el creador de Facebook, y Steve Jobs, uno de los fundadores de Apple. Estos ejemplos, más allá de la anécdota, sirven para graficar que estamos rodeados de tareas repetitivas que, si automatizamos, nos ayudan a ahorrar una gran cantidad de tiempo.


Llevemos esto al ámbito de la Inteligencia Artificial. Hasta ahora las funciones que podíamos automatizar tenían de uno a tres pasos, pero hoy en día una IA puede realizar por ti operaciones de 20 etapas o más. No sólo eso, también es capaz de tomar tu solicitud y entregar un resultado óptimo, utilizando un lenguaje simple y fácil de entender.


Veamos otro ejemplo. Imagina que quieres comprar un producto online. Si dividiéramos ese proceso en 20 tareas, de seguro 17 serían operativas, entre ellas ingresar a la web, comparar precios, buscar referencias, calcular los costos de despacho y crear una tabla con conclusiones. La buena noticia es que una IA puede hacer por ti todas esas cosas y tú sólo te reservas la última parte, porque cuando se trata de gustos, la decisión final depende de los intereses y emociones de cada persona. Lo mismo puede ocurrir con un vuelo, la investigación preliminar para un informe o un listado de ideas para un ensayo. La clave está en indicar la solicitud o dirección correcta (concepto conocido en inglés como prompt), tener claro lo que necesitas y luego filtrar y agregar tu valor humano, ya sea de forma creativa o sentimental.


Si aplicamos estos casos de uso individual a las empresas, las similitudes son bastantes. En todas las organizaciones existen diferentes niveles que podemos dividir en operativos, tácticos y estratégicos, y aquí la Inteligencia Artificial hará diferentes aportes. En el caso del primero, automatizará una gran cantidad de pasos, mientras que en lo táctico mostrará diferentes técnicas o caminos para llegar a conclusiones iniciales. Por último, en fases estratégicas entregará una investigación preliminar de mercado o ideas en las etapas iniciales de un proceso creativo. Con todas estas áreas cubiertas, ya puedes imaginarte el impacto que tendrá en tu industria y cómo obtener los mejores beneficios.


Para lograrlo, es importante relacionarse cuanto antes con las herramientas de Inteligencia Artificial en los espacios de trabajo y tener claro que la palabra clave aquí es el ‘Riesgo’. Los ejecutivos buscan constantemente aumentar las ganancias, pero siempre midiendo el riesgo de las nuevas tecnologías que se desean implementar. Probar midiendo es fundamental. Todos quienes hemos trabajado en el sector privado conocemos los Key Performance Indicators (KPIs), y lo que hay que hacer ahora es identificar qué necesitamos cuantificar en lo que automatizamos para estar seguros de que no corremos riesgos de pérdida de calidad. Si lo hacemos más rápido y seguramente más económico, también es un buen momento para invertir en un doble chequeo, tal como el ejemplo del profesor que dice que puede escribir un ensayo en un día, pero es capaz de revisar y corregir diez en el mismo plazo.


La Inteligencia Artificial nos ayudará con la parte repetitiva y mecánica de muchas tareas humanas, como el procesamiento de grandes volúmenes de información que nos tomaría semanas o meses analizar por completo. Utilizando la tecnología a nuestro favor, ahorramos tiempo para destinar a funciones creativas que aportan mayor valor al resultado final. Eso, ni más ni menos, es lo que puedes lograr usando la Inteligencia Artificial.


Nicolás Vilela, 

emprendedor, co-fundador y CEO de ZTZ Tech Group

europapress