Víctor Salas Opazo, Departamento de Economía, Universidad de Santiago de Chile

Paros impulsarían un más rápido estancamiento económico del país

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Victor Salas

Este mes de noviembre hemos vivido una etapa especial de conflictos, de paros camioneros y portuarios y de perspectivas de huelgas de trabajadores mineros. Reconociendo que estas movilizaciones son derechos que tienen los chilenos, también es bueno reconocer que estos conflictos, en la medida que se prolongan, terminan generando efectos negativos en la actividad económica no solo en los sectores directamente involucrados, sino también en el país.

Los paros camioneros tienen impactos negativos en la actividad productiva nacional. Entre los efectos más relevantes están las demoras y retrasos que provocan en la disponibilidad de insumos para los procesos productivos, en las carencias de productos en los supermercados y almacenes y en los comercios en general, en el atraso o la no entrega según programación, de bienes agrícolas y otros, de exportación. Lo que respectivamente puede provocar menores niveles de producción, menor abastecimiento y escasez de productos en supermercados, almacenes y comercios.

Este paro, en particular, se instala en momentos cruciales para los embarques de productos frutícolas (cerezas y otros) y en la distribución de frutas y verduras que van a los mercados internos. Las exportaciones de cerezas (1.500 millones de dólares precios FOB entre enero y octubre 2022, según ODEPA), son relevantes, representan 23,81% del total de exportaciones de frutas (frescas, procesadas, secas) a octubre de este año (6.299 millones de dólares, FOB).

La escasez de productos, por período prolongado, tenderá a aumentar los precios, justo en momentos en que las presiones inflacionarias comenzaban a ceder, bajando a niveles de un IPC anualizado de 12%.

La escasez de insumos, a su vez, genera problemas de disponibilidad de materias primas para la actividad productiva, lo que puede resultar en reducciones en los niveles de producción, en la minería ya se ha hecho notar estos negativos efectos en las operaciones mineras y lo mismo le ocurre a la ganadería con la disponibilidad de alimentos para el ganado, los pollos, los cerdos.

Esta situación de paro, de prolongarse, podría influir en una profundización del estancamiento que está viviendo nuestra economía, cuyo IMACEC de septiembre cayó en 0,4% y con perspectiva de aumentar la caída en este último trimestre del año, para llegar en 2022 a una tasa de crecimiento del PIB menor que 1,8%. Peor aún, podría profundizar la recesión esperada en Chile para 2023 (-1,0%) según estimaciones del FMI y del B. Central y, adicionalmente, dar un golpe a los precios, tal que mantendría las presiones inflacionarias sobre dos dígitos.

Todo este nuevo deterioro de la situación chilena opera en conjunto con el hecho de que la situación internacional sigue igualmente negativa y los Bancos Centrales de USA y la Zona Euro están subiendo la tasa de referencia de la política monetaria y, por consiguiente, también sube la tasa de interés de esos países o alianzas, con lo que se espera un estancamiento para 2023: USA caería de 1,6% en 2022 a 1,0% en 2023) y la EuroZona caerá más fuertemente, de 3,2% a 0,5%. Estimaciones del FMI que, junto al estancamiento de China, llevarán a la economía mundial a una contracción desde 3,2% en 2022 a 2,7% en 2023. Lo peor es que esta caída del PIB mundial no necesariamente inducirá una caída de la inflación a nivel internacional, fenómeno que también nos acompañará a nivel nacional el próximo año.

Junto a los negativos resultados económicos, en el orden interno se mantendrá la situación de inseguridad ciudadana, que entre otras cosas está detrás del paro de camioneros y la inseguridad política por la falta de acuerdo sobre la continuidad del proceso constituyente. Todo lo cual mantiene la incertidumbre política observada, generando flujos de salida de capitales y manteniendo alta la tasa de cambio (915,11 pesos por dólar al 28 de noviembre), lo que sostiene las presiones inflacionarias en el país (los factores externos tienen algo más del 50% de incidencia en los precios internos).

Se esperan prontas soluciones para evitar los impactos negativos reseñados que aumentarían los problemas económicos que ya tenemos.



Víctor Salas Opazo

Departamento de Economía

Universidad de Santiago de Chile


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