Prioridades

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Luis Riveros

Nuestro país está sufriendo las consecuencias de tres tormentas superpuestas que dificultan el avance efectivo en materias que demandan resultados palpables. Tanto en el ámbito económico, como en lo social estructural y en materia de seguridad interna, Chile sufre los negativos efectos de situaciones externas como asimismo de inadecuada resolución en lo interno. Y esto lleva a desencanto y frustración, en medio de una verdadera crisis política, que lleva al mundo de las decisiones a no enfatizar adecuadamente las cosas que importan seriamente a los chilenos, sin que además exista una discusión abierta sobre el establecimiento de prioridades. No basta con decir que las encuestas de opinión reflejan situaciones más bien transitorias, que son una pura fotografía del momento, cosa discutible en la medida en que tales encuestas reflejan las aspiraciones y sentimientos de la gente que se hacen persistentes en el misma medida en que no se atienden adecuadamente. Ni tampoco se trata de que la gente postule que hay que cambiar ningún programa ya definido, sino que, muy por el contrario, la gente aspira a conocer ese programa y la manera en que ello se ajusta a sus propias demandas. Es fundamental que el mundo político responda a esas inquietudes en forma efectiva, y no deje la sensación prevaleciente de que la opinión ciudadana poco importa, sino solamente la agenda establecida por los propios políticos. La coalición de gobierno, que incluye a partidos con tradición democrática como el PS y el PPD, debe ser activa en materia de enfrentar el diagnóstico subyacente a la agenda postulada por los ciudadanos. Los miembros de los otros sectores que integran la gestión del gobierno, deben también articular una respuesta que atienda en forma relevante a su electorado. La oposición, por su parte, debe ayudar a construir una respuesta efectiva a la Nación, que está sufriendo por una cierta crisis de abandono político, en medio de sus dolores económicos que ya se hacen visibles y preocupantes.

Sin embargo, no predomina un diálogo abierto sobre estas materias y las decisiones que deben acaecer. La opinión de la gente radica en que el problema principal del país está en materia de seguridad, un aspecto que quizás no ha sido suficientemente explicitado. Hay muchos otros temas que se mencionan en el listado de prioridades, incluyendo evidentemente temas de salud, educación, inflación y pensiones. Pero lo que concierne a la delincuencia, la inmigración ilegal y la continua amenaza que constituye la creciente actividad del narcotráfico a lo largo del país representa por lejos el problema más sentido por la población, y que se constituye en una problemática socialmente transversal. No hay día en que no nos enteremos de asesinatos, atracos, asaltos a viviendas y negocios, cosas de lo cual nadie está exento en ninguna parte y bajo todo tipo de condiciones. Incluso niños son sometidos a amenaza y muchos han sido asesinados. Seguro que las policías tienen información relevante sobre estas ocurrencias y conocen bien la forma en que se articulan sus causantes. Pero la ciudadanía advierte inmovilismo en un tema tan crucial, junto con una verdadera crisis en materia de las atribuciones otorgadas a las policías. Esto debe discutirse abiertamente y tomar opciones en torno a qué cosas o áreas deben emprenderse con mayor prioridad que ésta, que es claramente una prioridad revelada persistentemente por la opinión ciudadana.

Se hace bien en convocar a un diálogo político en esta materia. Provisto que se convoca con una agenda concreta en la materia, de este diálogo deberían emanar las políticas para abordar de manera intensa y urgente el problema que tan gravemente amenaza a la población. Es cierto que hay muchos problemas, pero el mundo político debe establecer en forma transparente las prioridades, especialmente en este período en que se discute el presupuesto de la nación para el próximo año y se insiste en priorizar la materia constitucional. En la medida en que esto atente contra la efectividad de la lucha en pro de la seguridad ciudadana, bien haría el mundo político en establecer en forma transparente su diagnóstico y consecuentes prioridades.


Prof. Luis A. Riveros 

europapress