FMI dice que el costo de la transición energética para 2030 es manejable si los países no procrastinan más

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El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha indicado que los costes económicos de mitigar el cambio climático son ya inevitables, pero que son manejables si las reformas se ponen en marcha desde ya de forma gradual y los países dejan de procrastinar, según se desprende de uno de los capítulos analíticos que conforma su informe 'Perspectiva Económica Mundial', publicado este miércoles.

Los esfuerzos par limitar el calentamiento global a menos de dos grados para final de siglo implica que las emisiones deberán reducirse un 25 por ciento para 2030 en comparación con los niveles actuales. Sin embargo, con las actuales políticas, el IPCC, el grupo de expertos de Naciones Unidas, considera que las emisiones para dentro de ocho años serán n 42 por ciento mayores de las necesarias para alcanzar ese objetivo.

"Décadas de procrastinación han transformado lo que podría haber sido una transición suave hacia una sociedad más neutra en carbono hacia una que probablemente será más desafiante", ha criticado el Fondo en el documento. Sin embargo, si las medidas adecuadas se ponen en marcha de forma inmediata y se implementan gradualmente durante los próximos años, los costes "permanecerán manejables".

De acuerdo a los cálculos del FMI, una transición creíble, gradual y que empiece de forma inmediata supondrá un coste anual para el producto interior bruto (PIB) global de entre 0,15 y 0,25 puntos porcentuales por año. El coste en términos de inflación supondrá elevar el encarecimiento de precios anuales entre una y cuatro décimas.

Estos costes variarán de forma abultada entre las diferentes regiones, concentrándose el impacto en los países menos desarrollados, donde se concentran las naciones que son exportadoras de combustibles y cuyas economías son más intensas en carbono. De hecho, el impacto anual en el crecimiento del PIB para China, Europa o Estados Unidos se situará entre 0,05 y 0,20 puntos porcentuales.

Retrasar la puesta en marcha de políticas implicaría que más adelante habría que subir de forma más precipitada los impuestos sobre los gases de efecto invernadero, lo que tendría costes muchos mayores y acabaría resultando en una presión inflacionista del triple de magnitud que la previsión base y gradual.

"No es muy tarde para evitar los daños climáticos más catastróficos, pero asegurarse de que el incremento de temperatura permanezca por debajo de los dos grados a un coste razonable requiere de acciones inmediatas, creíbles, transparentes y ambiciosas", ha apostillado el FMI. (EUROPA PRESS)

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