Avanzar en soluciones innovadoras para reducir las toneladas de comida que se botan a diario en el mundo, y así restaurar y construir mejores sistemas alimentarios con capacidad de resiliencia, es el propósito del Día Internacional de la Concienciación sobre la Pérdida y Desperdicio de Alimentos.
Esta fecha instaurada el 29 de septiembre de 2019 por la Organización de Naciones Unidas (ONU) y cuya vigilancia está a cargo FAO, busca sensibilizar acerca de la importancia de este problema que no es menor, puesto que el número de personas afectadas por el hambre ha aumentado desde 2014, sobre todo si a nivel global, se pierde cerca del 14% de los alimentos producidos entre la cosecha y la venta minorista.
A ello se suma el hecho de que alrededor del 17 % de la producción total de alimentos se desperdicia: 11% en los hogares; 5% en los servicios de comidas y 2% en el comercio al por menor, lo que preocupa cuando hay personas que sufren de hambre y no son destinatarias de esos recursos que son tan vitales para su nutrición y subsistencia.
Por eso este 2022 el llamado a la acción es tanto al sector público (autoridades nacionales o locales) como privado (empresas y particulares), para dialogar y establecer prioridades para poder avanzar con innovación en la reducción de esa brecha y hacer que los alimentos lleguen a quienes lo necesitan y puedan aprovecharlos.
¿Por qué es importante reducir la pérdida y desperdicio de alimentos?
Cuando se pierden o desperdician los alimentos, los recursos que se utilizaron para su producción (agua, tierra, energía, mano de obra y capital) se desaprovechan. A ello se suma que su eliminación en vertederos genera emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), contribuyendo al calentamiento global.
También tiene repercusiones negativas en la seguridad alimentaria y la disponibilidad de alimentos, y contribuye a aumentar el costo de éstos. “Nuestros sistemas alimentarios no pueden ser resilientes si no son sostenibles”, afirma la ONU, enfatizando que “urge adoptar medidas a escala mundial y local para aprovechar al máximo los alimentos que producimos”.
Para introducir este cambio transformador es fundamental incorporar tecnologías, soluciones innovadoras como plataformas de comercio electrónico para la comercialización y sistemas de elaboración de alimentos replegables y móviles; nuevas formas de trabajar y buenas prácticas con miras a gestionar la calidad de los alimentos y reducir las pérdidas y el desperdicio de alimentos.
¿Qué acciones tomar para no desperdiciar los alimentos?
Mientras ello se gesta, el experto en sostenibilidad y CEO del software para la sostenibilidad Beeok, Cristian Bustos, señala que “aunque a veces no lo notemos, nuestros hábitos afectan al planeta y, aunque no lo queramos, ejercen una presión adicional sobre los recursos naturales”.
Añade que “cuando desperdiciamos comida, hacemos lo mismo con el trabajo, el dinero y todo lo que requirió la producción de ésta, sin mencionar los recursos que se destinan a transportarla” y, por eso, entrega 9 consejos para evitar desecharla.