​Los desafíos de ESG para las empresas: avanzar desde el greenwashing a un compromiso efectivo

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La consultora LLYC elaboró el informe “10 retos de la ESG en un mundo convulso. Hoja de ruta para empresas que apuestan por un compromiso real”. El estudio analiza el estado de la conversación social sobre ESG (environmental, social and governance). Una vez detectadas las preocupaciones, propone una serie de pautas y expone los desafíos que enfrentan las empresas para atender estas demandas y no hacer greenwashing sino realmente asumir el compromiso con la ESG.

Al respecto, Almudena Alonso, Directora Senior de Stakeholders Management en LLYC, señala que "Desde LLYC hemos querido apoyarnos no solo en la conversación social sobre sostenibilidad, sino en los mayores expertos de nuestro país en la materia para aportar a las empresas recomendaciones para un ejercicio realmente efectivo en temas ESG, que no se quede en lo estético y formal y que sea útil para su competitividad y para fortalecer relaciones con sus stakeholders".


CONVERSACIÓN SOBRE

ESG La conversación sobre medio ambiente en las redes sociales es un tema recurrente que cuenta con la participación de la ciudadanía, líderes de opinión y asociaciones ecologistas, entre otros. Según el informe, las críticas hacia el uso excesivo de envases plásticos o el aumento de las emisiones de CO2 se consolidaron como las principales demandas de la población, superando incluso a las reivindicaciones por la equidad de la mujer. Asimismo, se puede apreciar cómo los ciudadanos tienden cada vez más a involucrarse en estos diálogos digitales a medida que los episodios climáticos extremos suceden en localidades más próximas a sus hogares.

A pesar del compromiso ciudadano con estas necesidades, en el estudio LLYC detecta que ha surgido una comunidad negacionista muy fuerte en el territorio de cambio climático frente a la colectividad ecologista, con fuerte presencia en todos los territorios del medio ambiente. Además, entre las observaciones del análisis resalta la preocupación ante la intensa actividad de los perfiles negacionistas frente a una actitud más apagada del resto de comunidades.


RETOS PARA LAS EMPRESAS

● Conectar con la ciudadanía. Las empresas tienen que sensibilizar a la ciudadanía para que la sostenibilidad esté en su contexto cotidiano, cercano y actual.

● Lenguaje sencillo. Se debe prescindir de términos técnicos en materia de sostenibilidad y recurrir a conceptos clave para remarcar la triple dimensión ambiental, social y de buen gobierno.

● Marco legal. Es necesaria la existencia de un marco legal estable y común para todas las empresas, aunque siempre buscando los valores y el fondo para no quedarse en el cumplimiento formal.

● Métricas a nivel global. Las compañías deberían estandarizar las métricas a nivel global, la transparencia y los datos compartidos. Avanzando hacia la medición de impactos y recompensas.

● Administración pública. Se tiene que recompensar a los mejores y sancionar a los peores mediante los mecanismos que existen, tales como la compra pública, la inversión pública, la fiscalidad y el activismo público en empresas privadas mediante la SEPI, entre otras.

● Alianzas de colaboración público-privada-social. La participación de todos es fundamental para aspirar a un futuro sostenible. Se necesita la colaboración público-privada-social para poder lograrlo.

● Incentivos ligados a la ESG. Las empresas tienen la oportunidad de incorporar recompensas vinculadas a la ESG, empleando un enfoque estratégico y centrado en el impacto sobre los grupos de interés, no como un mero indicador de desempeño.

● Mejora de los aspectos sociales. Para lograr el cambio las compañías no deben focalizarse solo en las mejoras medioambientales, sino también en las sociales.

● Cadenas de suministros. Se debe trabajar con las cadenas de suministros para aportar valor real e impulsar la sostenibilidad y los impactos positivos en la ciudadanía.

● Formación. Es imprescindible formar a los máximos líderes de las empresas para alcanzar los compromisos ambientales, sociales y de buen gobierno, y crear una cultura sostenible en todos los niveles.

europapress