Rechazar el terrorismo

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Luis Riveros

Con un verdadero “portazo” contestó la CAM (Coordinadora Arauco Malleco) a la solicitud del historiador José Bengoa en favor de la opción Apruebo en el plebiscito que se realizará el próximo 4 de septiembre. El peticionario había solicitado a la CAM detener sus acciones violentistas durante 30 días para así “no favorecer a la opción Rechazo”. Pretendía así Bengoa utilizar un reconocimiento a su dilatado trabajo en torno al pueblo mapuche para favorecer una opción política determinada con relación al proyecto de nueva Constitución. En su respuesta la CAM no sólo ha negado la posibilidad de brindar una tregua en sus acciones terroristas, sino que también acusó a Bengoa de haber usado al pueblo mapuche “de objeto de estudio para posicionarse académica y políticamente..” agregando que ”se nota que no ha leído nuestros comunicados y menos sabe de nuestra práctica política”. Además la CAM, en su respuesta, menciona que Bengoa sólo conoce “la parte de la historia mapuche que le es útil para remodelar su multiculturalismo chileno y que resulta funcional al poder dominante. Su propuesta –agrega-- lo ubica en la típica posición del colonizador hablándole al colonizado, intentando mostrarnos el camino correcto en este escenario”. Una dura, quizás hasta violenta, respuesta para denegar la solicitud de “tregua” que Bengoa había dirigido al líder de la CAM Héctor Llaitul, en carta dirigida a su “querido compañero y amigo”.

La respuesta a Bengoa da cuenta de una vocación de violencia que es ya consuetudinaria y muestra el creciente nivel de agresividad que ha adoptado la CAM como estrategia de lucha. Esto pone fuera de contexto las expectativas del actual gobierno en torno a desarrollar un espacio de dialogo para frenar las crecientes acciones militares que mantienen a la región en vilo. De hecho, el accionar de la CAM y las frecuentes expresiones de su líder en torno al desarrollo de acciones militares que amenacen efectivamente el normal desempeño de la vida económica y social en la Araucanía, son una permanente amenaza para una paz sostenible. Las demandas de la CAM, dirigidas contra las empresas forestales, se ven eventualmente respaldadas por ciertas conclusiones a las que arribó la Convención Constitucional y que se han plasmado en algunos preceptos incluidos en el proyecto de Constitución. Así, se postula un estado plurinacional, que admite la existencia de distintas naciones al interior de la nación chilena entregándole a los PP.OO ciertos grados de autonomía y un cierto derecho a veto sobre toda legislación que les afecte. Esto se ha complementado con normas sobre una justicia diferenciada aplicable a los PP.OO. los cuales tendrían también una representación exclusiva en los organismos parlamentarios. Todo esto, sin embargo, no parece constituir un factor decisivo en el contexto de las aspiraciones de la CAM, lo cual revelaría que, independientemente del resultado del plebiscito, sus aspiraciones seguirán en el camino de la violencia hasta ahora practicado.

Es interesante notar que muchas de las aspiraciones que se reflejaron en el proyecto de nueva constitución parecen no ser compartidas plenamente por el propio pueblo mapuche. En una reciente encuesta del CEP una mayoría reveló que no se siente una nación distinta a la chilena, que no comparten la idea de la plurinacionalidad y que, en realidad, se sienten chilenos que necesitan integrarse efectivamente a la nación. En esta encuesta la población mapuche de 4 regiones del sur de Chile declara además su rechazo a la violencia, que es el capital que la CAM ha desarrollado como permanente amenaza terrorista. Más que nunca es urgente un proyecto que verdaderamente aborde el problema de los mapuches, atienda sus aspiraciones y elimine por esta vía la violencia sistemática que se ha usado contra el Estado y todos los chilenos.


Prof. Luis A. Riveros

europapress