Francisca Valdés y Carolina Eterovic, Directoras Mujeres Empresarias

​Mujeres y directorios

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Cartas al director


Sr. Director, 


Una señal de cambio están dando las empresas chilenas. En los últimos días empresas como SQM y Vapores, sumado a figuras internacionales en Cencosud y exministras en otras compañías han marcado el debut de las mujeres en los directorios durante abril, mes donde las compañías IPSA realizan sus juntas ordinarias de accionistas. Las cifras son notables: de un 14% a un 18,8% subió la presencia de las mujeres en directorios, la mayoría de los ascensos se produjeron en los últimos dos años y en la actualidad solo dos empresas, de las más transadas en bolsa, tienen directorios eminentemente masculinos.

Lo interesante de este aumento, que hoy cuenta con 47 mujeres en sus mesas directivas, es que las empresas privadas en Chile no tienen cuotas, es decir, no hay una obligación para que las compañías incluyan a mujeres en sus directorios. Lo que vemos es que hay una tendencia en Chile, que ya es un “desde” en otros países: la autorregulación.

Para contextualizar la realidad país y según el último Ranking IMAD, herramienta que mide la participación de la mujer en cargos de alta dirección, elaborado por Mujeres Empresarias en conjunto con la Dirección de Estudios Sociales de la Pontificia Universidad Católica de Chile (DesUC), refleja que en el período 2017-2021, pasa de 13% a 22% la presencia femenina en la línea ejecutiva principal y de 9% a 20% su acceso a directorios. Estas cifras se deben a varios factores, desde la formación de mujeres en la alta dirección hasta la apertura de las empresas a apostar por talento femenino para puestos estratégicos.

Al analizar esta temporada 2022, prácticamente todas las empresas que debían renovar sus mesas, incorporaron mujeres. Sólo Inversiones de Agua Metropolitana (IAM) mantuvo la presencia femenina igual que años anteriores con una mujer. De esta manera, si hace un mes había cuatro compañías que carecían de presencia femenina, actualmente se reducen a dos. Hay un avance, es cierto, y un salto importante no sólo en lo numérico, sino en entender e incorporar en el ADN corporativo, que la diversidad de género amplía la mirada y es el camino hacia una sociedad más inclusiva y sostenible.


Francisca Valdés

Carolina Eterovic

Directoras Mujeres Empresarias

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