​Negocios verdes, más allá de una tendencia de mercado

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Ignacio Parada

Los negocios sustentables, también conocidos como “negocios verdes”, son más que una tendencia de mercado. Y si bien es cierto que existe una inclinación favorable a su masificación por la actual crisis ambiental, su sentido va más allá de algo meramente epocal. Es una nueva manera de ver la economía, sus recursos y posibilidades, al mismo tiempo en que se fomentan paradigmas que —más temprano que tarde— no sólo serán protagonizados por empresas, sino que por la sociedad en su conjunto.

Como sabemos, este tipo de negocios velan por la reducción de los impactos del ser humano con el medioambiente. Y para lograrla hay distintas alternativas. Una es la administración eficiente de los insumos con los cuales lograr productos o servicios. Otra es la correcta gestión de los desechos generados para su desarrollo. También podemos encontrar la implementación de modelos innovadores para agilizar a los anteriores, al igual que acciones convencionales que aportan al objetivo, como el reemplazo total de ciertos elementos por otros más amigables con el entorno.

Y es que el humano, como principal responsable de esta crisis, tiene mucho por hacer para contrarrestarla. La deforestación excesiva, las altas emisiones de carbono, la escasez de sistemas de reciclaje eficientes, entre otros, son ámbitos donde las empresas pueden generar un punto de quiebre. Por ejemplo, la industria del packaging ha tomado protagonismo para lograr ser un aporte en estos asuntos, al incorporar nuevos diseños y composiciones por medio de investigación, innovación y desarrollo.

A mi juicio, estas directrices no tienen que ver únicamente con tendencias de un mercado cada vez más comprometido. Son cambios de paradigmas, de miradas, de prismas sobre cómo vemos a la Tierra, nuestro hogar. ¿Vale la pena seguir produciendo como siempre? ¿Tenemos claro de que muchos recursos son finitos, por más que queramos que no sea así? ¿En qué podemos aportar para que el mundo sea un lugar mejor?

Es necesario que los negocios no asuman un protagonismo “verde” para capturar más clientela, sino que vean en esto una manera de volverse viables y rentables económicamente y así lograr mejores rendimientos. Para ello se requiere una reorganización interna, con medidas ambientales basadas en responsabilidad corporativa, donde el fin sea impulsar paradigmas sustentables con los que no sólo se rija una compra, un traslado o una entrega.

Hay que destacar el talento chileno en materias sustentables y por eso en BioElements estamos gratificados de haber recibido el “PwC Chile Innovación”, que distingue a empresas exitosas en el desarrollo de innovación en beneficio de la sociedad, y que durante nueve años ha destacado a startups como NotCo y Betterfly.

Nuestro compromiso por alternativas ecológicas al plástico convencional a partir de soluciones biodegradables, nos exige ser mejores y seguir promoviendo más oportunidades para el resto del ecosistema, que requiere de más fondos y espacios donde se potencie la innovación, al ser los más idóneos para abordar problemáticas ambientales con creatividad, pensamiento crítico y empatía. Albert Einstein decía que el mundo es un lugar peligroso no por quienes hacen el mal, sino por aquellos que no hacen nada para evitarlo. 


Ignacio Parada da Fonseca, 

Abogado y Emprendedor.

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