​Aplicaciones biométricas apuestan por viajes contactless post pandemia

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Viajes

Con la llegada de las aerolíneas low-cost y la ‘democratización’ de los precios de pasajes aéreos, viajar dejó de ser un lujo de algunos y pasó a ser un servicio al alcance de los presupuestos de muchas más familias que vieron en las ofertas de paquetes turísticos y pagos en cuotas la posibilidad de alcanzar horizontes lejanos y exóticos junto a los suyos. Pero con la pandemia, todos esos sueños de recorrer el mundo quedaron truncados con el cierre de fronteras físicas y el pánico de importar una cepa mortal del virus que nos tiene atrapados en casa.

Pero, ¿qué pasará cuando podamos volver a viajar? El día en que se reabran las fronteras y la amenaza del virus ya no sea una realidad aplastante, querremos volver a las viejas andanzas de conocer el mundo, pero el recuerdo del coronavirus quedará tatuado en nuestro subconsciente como una permanente alerta roja que está en stand-by esperando detectar el peligro latente. “Cuando llegue el momento de reconsiderar un viaje de negocios o incluso un viaje de placer, el primer filtro de esa decisión estará en determinar si es que están o no las medidas de seguridad sanitaria para hacerlo, y en eso la tecnología tiene un rol importante que va más allá de la sanitización de los espacios o la aplicación de alcohol gel. La industria de los viajes y el turismo debe modificar sus procesos a través de la utilización de tecnologías que garanticen el contactless en la mayor medida posible, no solo para la seguridad y tranquilidad de los pasajeros, sino también para el de sus propios empleados”, comenta Juan Patricio González Jiménez, Business Solution Manager- Grupo DATCO, empresa de tecnología aplicada.

¿Cómo recuperar esa confianza en los espacios públicos y multitudinarios? Con tecnología. La lectura de huellas dactilares, el reconocimiento facial y de voz, e incluso el escaneo del iris son algunas de las formas de identificar a las personas a través de características físicas únicas y que se usan en accesos de alta seguridad. Aplicar la biometría para realizar procesos de check-in, dejar y reclamar equipaje, verificación de documentación, tarjeta de embarque, controles de seguridad, apertura de puertas o torniquetes electrónicos, etc., todas estas actividades que usualmente llevan al pasajero a tener contacto con otro que toca sus documentos y pertenencias para verificar identidad y pertenencia, todos se pueden reemplazar con la aplicación de tecnología.

Es más, la recolección de datos resultantes de estas acciones pueden incluso entregar información que sea relevante para mejorar esos procesos, haciéndolos más llevaderos para el pasajero y para los empleados de las aerolíneas. “La idea de aplicar tecnología tiene dos objetivos: proporcionar mayor seguridad a los involucrados al garantizar el no contacto físico, y buscar ineficiencias para optimizar esos procesos. Las tecnologías que existen hoy permiten un análisis de datos muy fino y específico que arroja información hasta el más mínimo detalle, entregando visibilidad de problemáticas de las que no se tenía conocimiento y que, al mejorarlas, se ve un beneficio en toda la cadena productiva, desde ahorro de costos, menores tiempos de operación, etc.”, agrega el ejecutivo a cargo de soluciones de negocios. 

europapress