China logrará ser la principal economía mundial en diez años tras rápida recuperación del coronavirus

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El banco suizo estima que el país asiático esta saliendo de la crisis en mejores condiciones que los países occidentales. 


Para la próxima década se desarrollará la tendencia de una fusión entre la política monetaria y la política fiscal. 


Se mantendrán las políticas monetarias no convencionales que surgieron tras la crisis financiera de 2008, ya que el principal objetivo de los bancos centrales de los mercados desarrollados es la estabilidad financiera.


China sigue superándose respecto a su crecimiento económico y puede lograr convertirse en la principal economía mundial en los próximos diez años, debido a su rápida recuperación de la crisis del coronavirus.


Así lo señala el reporte de Julius Baer, “Secular Outlook” que analiza cómo será la próxima década en términos económicos. El estudio pone acento en que China logrará la categoría de activo principal, considerando que el país asiático está saliendo de la crisis del coronavirus en mejores condiciones que los países occidentales. 


“El cambio de China a una economía basada en la demanda interna de los consumidores, su exposición a tecnologías innovadoras y su independencia de los ciclos económicos y financieros de Estados Unidos la convierten en una clase de activo esencial, tanto desde el punto de vista del rendimiento como de la diversificación”, sostiene Yves Bonzon, director de Inversiones de Julius Baer. 


Agrega que en un mundo donde todos los principales bancos centrales de los países desarrollados están participando en la represión financiera, “la combinación de políticas de China sigue siendo sorprendentemente convencional, lo que hace que el mercado de deuda chino sea muy atractivo a medida que los inversores continúan persiguiendo el rendimiento”.


Por otro lado, según el informe, con la llegada del coronavirus, las tendencias pronosticadas hace un año como el mundo bipolar entre Estados Unidos y China, la introducción de políticas macroeconómicas poco ortodoxas (incluida la Teoría Monetaria Moderna), el ascenso de China al estatus de clase de activo principal - ahora se están acelerando y tomando forma.


En tanto, para Julius Baer, la era neoliberal “definitivamente ha terminado”, y ahora se está en vía rápida hacia un sistema que puede describirse mejor como "capitalismo patrocinado por el estado". 


“A medida que las economías se abrieron y desregularon, los salarios reales medios se estancaron y la desigualdad aumentó, lo que obligó a la mayoría de los hogares a gastar la totalidad de sus ingresos”, recalca Bonzon.


Agrega que como resultado, casi el 100% de los ahorros en los Estados Unidos hoy en día son generados por el quintil superior de personas que generan ingresos. Al mismo tiempo, el valor de los activos financieros en los EE. UU. Aumentó de menos de tres a seis veces el del producto interno bruto (PIB).


En ese sentido, las economías occidentales “ahora se enfrentan a un déficit de demanda estructural, caracterizado por el mundo de baja inflación y bajo crecimiento al que nos hemos acostumbrado en las últimas décadas”.


Fusión entre la política monetaria y la fiscal


El reporte también apunta a que se ha optado por poner un énfasis mayor no sólo en el estímulo fiscal, que se está volviendo más efectivo que el estímulo monetario, sino que llama explícitamente a la fusión de la política fiscal y monetaria, poniendo fin a ideas simplistas sobre la relación entre déficit fiscal, monetización, e inflación.


“Este cambio está sucediendo más rápido de lo esperado, ya que el sector privado continúa sufriendo pérdidas de ingresos sin precedentes como resultado de los bloqueos y las medidas de distanciamiento físico promulgadas por los gobiernos para contener la pandemia de Covid-19”, dice Yves Bonzon. 


Para el banco suizo, los responsables de formular políticas “no tienen más remedio que recurrir a nuevas herramientas políticas para evitar un colapso de la economía mundial”.


Por último, estiman que se mantendrán las políticas monetarias no convencionales que surgieron tras la crisis financiera de 2008, ya que el principal objetivo de los bancos centrales de los mercados desarrollados se ha convertido ya en la estabilidad financiera.


Salud digital y revolución de la energía


El informe también considera que la salud digital y la biotecnología tienen un potencial de crecimiento sustancial en los próximos años. “El sector se encuentra en el comienzo de su digitalización y, a medida que las poblaciones continúan creciendo y envejeciendo, está respondiendo a las necesidades de un mercado en constante crecimiento”, destaca Julius Baer. Este sector puede producir los líderes del mercado de la próxima década, agrega. 


Otra revolución se está produciendo en el mercado de la energía. “La energía limpia está llegando a la mayoría de edad, ya que la tecnología eólica y solar está logrando competitividad en tema de costos”, sostiene agregando que estos cambios están transformando el mercado eléctrico y el negocio de la energía.

europapress