Asociación de Bancos: créditos al sector privado alcanzan nivel similar al promedio de países OCDE

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Banca

El crédito bancario terminó el año 2018 con un crecimiento de 7,1% real anual, exhibiendo el mayor registro de los últimos cinco años. Así lo destaca la Asociación de Bancos e Instituciones Financieras (Abif) en un nuevo informe. “Este dinamismo está en línea con la recuperación del ritmo de la actividad económica del país, el cual se ubicaría en torno a 4% y, consistente con las correlaciones históricas, implicaría una elasticidad PIB a colocaciones de casi dos veces”, consigna.

Según señala, la dinámica a través de las distintas carteras es mixta. Las colocaciones comerciales —que representan el 56% del crédito total— exhibieron una importante aceleración durante el segundo semestre del 2018, para finalizar el año con un crecimiento real de 7,7%, revirtiendo así dos años de prácticamente nulo avance (Gráfico N°2A)

Este mayor crecimiento, indica la entidad gremial, se condice con el aumento de la inversión el 2018 y por el efecto contable de la depreciación del tipo de cambio , destacando el mayor impulso generado por las colocaciones a grandes empresas –cartera en evaluación individual.

En tanto, el segmento de consumo presentó un aumento moderado, registrando un crecimiento de 6,5% real, cifra que excluye el traspaso de carteras desde casas comerciales a bancos concretado en diciembre de 20182. La expansión anual de las colocaciones de consumo —la mayor de los últimos cinco años— estuvo liderada por el crecimiento de los créditos en cuotas, que alcanzó 7,4%, en detrimento de la actividad de tarjetas de crédito (6,2%), lo que es coherente con el dinamismo del consumo de bienes durables observado durante el año.

Por su parte, el crédito hipotecario, a diferencia de las demás carteras, se caracterizó por un menor crecimiento respecto a los registros de los últimos años. En efecto, durante el primer semestre del año registró tasas de crecimiento sobre el 7%, reduciendo levemente su ritmo para finalizar con una expansión de 6,4% real. Debido a lo anterior, dicha cartera dejó el liderazgo del impulso al crecimiento del crédito agregado. Este menor crecimiento se explica principalmente por una disminución en el flujo de operaciones hipotecarias nuevas, desde 117 mil operaciones durante el 2017 a solo 110 mil en el 2018.

“Con todo, el crédito bancario agregado superó el 83% del PIB al tercer trimestre del 2018. Este nivel de intermediación es alto en un contexto internacional. En efecto, el indicador de crédito bancario al sector privado sobre PIB –métrica comparable entre países– alcanzó 79% con cifras al 2017, similar al promedio de los países OCDE (85%) y superior a la media de los países de la región (47%)”, destaca Abif.


Inclusión financiera


En cuanto a la inclusión financiera, la institución consigna en su reporte que la tenencia y uso de los productos y servicios bancarios sigue al alza. En efecto, a octubre de 2018 se registraron 24,7 millones de cuentas corrientes y cuentas vista, aumentando en 1,2 millones respecto al cierre de 2017. “En un contexto internacional, Chile muestra una posición relativamente alta de acceso a cuentas transaccionales en la banca. Según la encuesta Global Findex 2017 del Banco Mundial, tres de cada cuatro personas mayores de 15 años en Chile disponen de una cuenta en una institución financiera, proporción que se encuentra en línea con el nivel de ingreso per cápita de nuestro país”, constata.

La mayor bancarización, agrega, también se refleja en el aumento del número de tarjetas bancarias vigentes, las que en octubre de 2018 alcanzaron 12,8 millones de tarjetas de crédito y 22,3 millones de tarjetas de débito, sobrepasando en 0,5 millones la unidades totales vigentes al cierre del 2017.

Coherente con la mayor tenencia de cuentas y tarjetas bancarias, así como con los desarrollos tecnológicos mundiales, las transacciones con medios de pago bancarios digitales han registrado un crecimiento significativo, en torno a 20% anual, sustituyendo cada vez más el uso de efectivo. Durante el 2018 se realizaron más de 1.400 millones de pagos con tarjetas bancarias, 600 millones de transferencias electrónicas y sobre 400 millones de giros en cajeros automáticos. En términos poblacionales estas cifras implican que en 2018 cada chileno, en promedio, realizó 80 pagos con tarjetas bancarias, 33 transferencias electrónicas y 24 giros en cajeros automáticos.

“Este desarrollo evidencia la valoración por parte de los clientes de la rapidez, conveniencia y seguridad de los productos digitales bancarios. En este contexto, destaca el bajo nivel de fraudes en transacciones con tarjetas. En efecto, al primer trimestre del 2018 la tasa de fraude en Chile alcanzó 3,4 puntos base, lo que corresponde a un nivel tres y cuatro veces menor que el promedio mundial y latinoamericano, respectivamente, avalando la eficacia de los mecanismos de seguridad desplegados por la banca local. No obstante, la prevención de fraudes constituye un proceso dinámico, el que requiere una activa contribución de todos los actores de la cadena de pago para continuar aumentando la seguridad”, sentencia la asociación.

europapress