Según la prioridad de riesgo, de los 23 problemas identificados, el listado lo encabeza la comunicación interprofesional ineficaz; luego la falta de liderazgo para abordar problemas de seguridad y calidad y, en tercer lugar, la resistencia a antibióticos debido a su uso inapropiado.
En las últimas décadas, la utilización de enfoques centrados en la comunidad y la participación comunitaria en la planificación, gestión y evaluación de programas de salud pública, han cobrado fuerza.
Este da cuenta que existe un mayor énfasis de investigación en los trastornos depresivos, de ansiedad, los relacionados con uso/consumo de sustancias, entre otros. Por el contrario, menor atención han recibido los trastornos del neurodesarrollo, la esquizofrenia, el trastorno bipolar, el obsesivo compulsivo, alimentarios, de la personalidad y otros resultados como la calidad de vida y el estigma relacionado a la salud mental.
El actual sistema de salud tiene una estructura mixta de financiamiento y distribución que incorpora compañías de seguro públicas y privadas, las que son criticadas por su rol al promover igualdades y equidades en el acceso al sistema de salud.
Un 56,4% de los entrevistados señala como su primera prioridad incrementar el número de médicos y/o especialistas, y mejorar la comunicación médico-paciente; mientras que el 20,1% seleccionó como tema prioritario mejorar e invertir en infraestructura y ampliar la cobertura de los seguros de salud. Los resultados, además, arrojaron que la mayoría indica que el principio de igualdad de acceso a la atención médica debería orientar la asignación de recursos de salud en el país.
Hoy, Chile cuenta con un sistema mixto de salud, cuya estructura de financiamiento y distribución ha sido criticada por el papel que juega al momento de promover igualdad y equidad en el acceso.