Luis Riveros



Luis Riveros

La discusión sobre aprobar o no una nueva reforma tributaria se ha hecho más compleja y requiere, efectivamente, una visión sobre un verdadero pacto a nivel de Estado.

Sorprenden al país las acciones en orden a implementar lo que se ha dado en llamar plan de “educación sexual integral”.

La Cuenta Presidencial obedece a una ya larga tradición republicana. Desde tempranos tiempos, el país recibe una cuenta anual por parte de la primera autoridad sobre la marcha de la Nación, los principales proyectos en camino y los escenarios futuros más probables. Es también la oportunidad cuando el Presidente de la República formula llamados al país para lograr unidad nacional frente a los desafíos comunes y los caminos para poder enfrentarlos.

La Federación de Estudiantes de Chile (FECH) nació a comienzos del siglo XX como reflejo de las varias inquietudes sociales de la época que impactaron en el estudiantado.

La CORFO fue creada con el impulso de Pedro Aguirre Cerda, convencido su patrocinador de que el camino al desarrollo pasaba necesariamente por la industrialización del país. Una visión que correspondía a la época, cuando la tecnología aún no hacía su aparición determinante, y cuando por industria se entendía esencialmente a la manufactura y toda la línea de enlaces verticales y horizontales vinculados a su actividad.

Las elecciones del pasado domingo dieron lugar a cambios de fondo en el espectro político y vaticinan variaciones en la marcha observada del país. El gran perdedor en esta jornada ha sido el gobierno, pero más allá: ha sido perdedora la actitud arrogante y desordenada con que se han enfrentado muchos retos políticos por parte de las autoridades.

Los indicadores económicos han adoptado un giro muy negativo a fines del primer trimestre de este año.  Junto con un desempleo que alcanza a casi un 9% de la fuerza laboral, el último IMACEC revela que la economía se ha expandido negativamente en -2.1% con respecto al mismo mes del año 2022, considerando la misma cantidad de días hábiles.

El país no deja de sorprenderse sobre el verdadero y progresivo retroceso del Estado en materia de orden público y control del delito. Esta situación hace perder credibilidad a las acciones del Estado en todo terreno, incluido el económico y social, puesto que las múltiples declaraciones sobre planes y estrategias no se hacen compatibles con el verdadero retroceso que se experimenta frente al crimen y la violencia.

El país cuenta con una significativa batería de leyes y reglamentos para poder enfrentar efectivamente la oleada de criminalidad que se hace presente en el día a día.  Frente a las actuales circunstancias, parece ser más bien una prioridad el que se dialogue sobre las posibles fallas en la aplicación efectiva de esas normas, en lugar de priorizar la creación de nueva normativa para intentar controlar la acción delictual.

Nuestro país vive una enorme crisis de seguridad. Son miles los casos de delitos graves que ocurren ya casi como sucesos habituales que asumimos como parte inevitable de nuestra vida diaria. Asaltos, robos, portonazos, encerronas, etc. son sólo parte del panorama a que diariamente todos nos exponemos.