Google ha introducido un cambio en los permisos de ubicación que se conceden a las aplicaciones para evitar que la ubicación aproximada pueda revelar el lugar en el que se encuentran los usuarios en zonas rurales.
La ubicación es uno de los permisos sensibles que en ocasiones solicitan las aplicaciones para ofrecer sus servicios. De manera general, es suficiente con una ubicación aproximada, que tiene un alcance de unos 3 kilómetros cuadrados.
En ocasiones, algunas apps con el permiso de ubicación habilitado solicitan activar una ubicación más precisa, que que trabaja en un ratio de entre 3 y 50 metros en torno al usuario. Puede ser útil para servicios de navegación, como Google Maps, pero en general, no es necesaria para recibir recomendaciones de restaurantes.
Si bien la ubicación precisa localiza con mayor exactitud al usuario, Google se ha dado cuenta de que la ubicación aproximada puede hacer lo mismo en zonas con baja densidad de población, como ocurre en el medio rural, lo que reduce la privacidad.
Para evitar que la ubicación del usuario pueda ser fácilmente identificable, la compañía tecnológica ha introducido en Android 16 lo que ha llamado 'Ubicaciones aproximadas basadas en la densidad', como ha identificado el portal especializado Android Authority en la versión para desarrolladores de Google Play Services.
Se trata de una característica que comprobará la densidad de población para, en caso de detectar que se trata de un zona poco poblada, modificar la estimación de distancia para garantizar la privacidad en la misma medida que se ofrece en una ciudad.
Aunque la compatibilidad se habilita en Google Play Services, el portal especializado indica que son los fabricantes de dispositivos móviles los que deben incorporar este cambio.