Señor director:
Hace algunos días se difundió que Chile ocupa el primer lugar en ciberseguridad en América Latina y el puesto 21 a nivel mundial, según el ranking europeo NCSI, que mide qué tan preparados están los países para enfrentar amenazas y responder a incidentes digitales.
Además de este reconocimiento, en los últimos años nuestro país ha mostrado una mejora sostenida en sus indicadores, reflejando el talento y la capacidad para avanzar en un ámbito estratégico. Sin embargo,parece necesario recordar que el mundo digital no se reduce a la infraestructura o la gestión estatal: también incluye la experiencia cotidiana de las personas y las familias.
De acuerdo a la Radiografía Digital de Niños, Niñas y Adolescentes, que desarrollamos desde 2018 junto a Criteria, el 50% de ellos ha sufrido ciberacoso y más del 60% ha estado expuesto a noticias falsas o intentos de fraude. Existe, además, una brecha evidente en los hogares: el 80% de los padres cree que sus hijos pasan demasiado tiempo conectados, pero dos de cada tres adultos reconocen que ellos mismos también lo hacen, generando un círculo de desconexión.
Estas cifras dejan claro que la protección digital no puede quedar solo en manos de las familias. Se requiere un esfuerzo conjunto, donde el Estado, el sector privado, las escuelas y comunidades asuman el bienestar digital como un verdadero desafío-país. Porque la salud digital implica educación, acompañamiento a educadores y padres, además de herramientas que permitan a niños y adolescentes desenvolverse en línea con confianza y seguridad.
Chile tiene la oportunidad de ser referente no solo en ciberseguridad, sino también en bienestar digital familiar, siempre que logremos articular un compromiso transversal que involucre a todos los sectores.
Cyntia Soto Cifuentes,
Gerente de Sostenibilidad y Responsabilidad Corporativa de Claro Chile.