Sr. Director:
En muchas organizaciones, tanto políticas como de empresas de diversos rubros, la comunicación interna sigue reducida a un flujo unidireccional de correos, boletines o anuncios corporativos. Pero comunicar no es solo informar. Implica también escuchar, planificar y orientar. Implica conectar.
Una comunicación interna verdaderamente efectiva potencia el desempeño cuando logra que los trabajadores se sientan parte de algo más grande. La clave no está solo en lo que se dice, sino en cómo se conversa. Una buena comunicación interna se alcanza cuando alguien puede decir con confianza: “mi jefe me escucha y habla conmigo”.
Hoy, los colaboradores no necesitan “picar piedras”. Necesitan sentir que están construyendo catedrales. Que su trabajo tiene sentido, propósito y reconocimiento.
En muchas oficinas, incluso cuando afuera reina el calor del verano, el clima laboral se percibe tan frío como los días más helados en Santiago. Y es ahí donde se revela la urgencia de una estrategia de “Employee Advocacy” bien pensada: no como una moda de recursos humanos, sino como una verdadera apuesta por la identidad y la cultura organizacional.
A través de ese concepto, es posible lograr que los colaboradores se conviertan en embajadores de la marca, promoviendo y defendiendo las organizaciones de manera voluntaria, lo que supone un impacto de gran trascendencia para los públicos objetivos a los cuales se deben las marcas.
El desafío está sobre la mesa. No se trata solo de comunicar más. Se trata de comunicar mejor.
Nicolás Ward Edwards
Director Ejecutivo
NWE Comunicaciones Corporativas
Mag. Dirección Comunicación Corporativa