​Movilidad vehicular en Santiago: ¿Cómo impactó el confinamiento?

|

AUTOPISTA Vespucio Norte1


A inicios de 2020, en respuesta a la rápida propagación del virus SARS-CoV-2 en Chile, se implementaron medidas restrictivas, destacando el confinamiento como una estrategia principal para mitigar la transmisión del COVID-19. Sin embargo, un estudio liderado por Franco Basso, investigador del Instituto Sistemas Complejos de Ingeniería, ISCI, y académico de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso (PUCV), enfocado en la movilidad vehicular de Santiago, reveló que, si bien los confinamientos lograron reducir la movilidad durante las primeras fases de la pandemia, enfrentaron desafíos en su efectividad a largo plazo. Factores como la flexibilización espacial de las restricciones, el acceso limitado al transporte público y disparidades geográficas y socioeconómicas influyeron en la eficacia de estas medidas. A mayor abundamiento, este análisis subraya que la efectividad de los confinamientos en Chile estuvo condicionada por variables contextuales y comportamientos individuales. Aunque buscaban ser herramientas contundentes para contener la pandemia, su implementación y resultados estuvieron sujetos a adaptaciones, desafíos logísticos y variaciones en la movilidad, evidenciando la complejidad de equilibrar la salud pública con las necesidades socioeconómicas en un contexto de crisis sanitaria.


La investigación estudió los viajes realizados en la Autopista Central en Santiago, utilizando información de pórticos de cobro durante los años 2020 y 2021 y modelos econométricos avanzados. Los hallazgos indicaron una reducción drástica en el tráfico vehicular en las etapas iniciales de la pandemia. Específicamente, las medidas de confinamiento implementadas condujeron a una disminución del 36% al 40% en los viajes por la autopista al inicio del confinamiento. Sin embargo, la duración de este efecto no fue duradero. El análisis liderado por Basso concluyó que se produjo un fenómeno de "fatiga pandémica", donde la efectividad de las medidas de confinamiento fue disminuyendo con el tiempo. En octubre de 2020, el impacto de las restricciones fue aproximadamente un 50% menos efectivo en comparación con las etapas iniciales al corregir por todas las otras variables. Este declive en la adhesión podría atribuirse al cansancio y la necesidad económica de salir a trabajar.


Por otra parte, el estudio también observó una disparidad con respecto al acatamiento de la cuarentena en diferentes segmentos demográficos y socioeconómicos. En efecto, los conductores de ingresos más altos experimentaron reducciones de tráfico más pronunciadas (1% de reducción por cada 100,000 pesos de aumento en ingresos), mientras que los municipios con una mayor proporción de residentes mayores vieron caídas menos significativas. Estos hallazgos podrían explicarse por factores como la capacidad de trabajar desde casa, comportamientos de precaución previamente adoptados entre los adultos mayores y percepciones sobre la seguridad del transporte privado frente al público.


Finalmente, de acuerdo al estudio, un aspecto particularmente relevante fue el papel de la interacción social en la efectividad de los confinamientos: “Se observa que las cuarentenas dinámicas, entendidas como las que sólo una proporción del total de la ciudad está confinada, terminó impactando en el impacto global que estas tenían. Por lo tanto, desde un punto de vista de la política pública, nuestra investigación argumenta en contra de su utilización, por cuanto la apertura de otras comunas limitó severamente el cumplimiento de las comunas que estaban en cuarentena. Es así que si se vuelven a requerir confinamientos, lo razonable sería iterar entre periodos con y sin cuarentenas para la ciudad completa y no separar por comunas”, argumenta Basso.

 

europapress