Inversiones Security: Banco Central retomaría ajustes más agresivos de la tasa de interés en diciembre

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“Si bien a fines del año pasado los indicadores líderes (curva de rendimiento invertida, bolsas, condiciones financieras restrictivas, etc) anticipaban una recesión de la economía de EE.UU. a partir del primer cuarto de este año, lo cierto es que durante 2023 la actividad económica de EE.UU. ha mostrado una fortaleza muy superior a lo que se preveía. Una de las principales consecuencias de esta resiliencia es que desde mediados de año se volvió a internalizar en el mercado el riesgo de una inflación mayor o más permanente, y que requeriría una política monetaria restrictiva por más tiempo”. Así lo expone el Informe Macro realizado por el Departamento de Estudios de Inversiones Security, y que este mes centra el análisis en la tasa de interés y el tipo de cambio.


En este contexto, señala el documeno, las tasas de interés en EE.UU. tanto de corto como de largo plazo mostraron una tendencia al alza, empujando a las tasas de interés del resto del mundo, incluido las tasas en Chile. Pero en octubre, este incremento parecía excesivo, con tasas de convergencia que se ubicaban entre 100 y 150 puntos por sobre los niveles considerados neutrales.


“Hacia adelante, nuestras proyecciones siguen apuntando a una desaceleración de la actividad económica en EE.UU. ante condiciones financieras que han seguido siendo restrictivas, la caída en el crédito, en los indicadores líderes, etc. lo anterior llevaría a una moderación de la inflación hacia la meta de 2% (la baja reciente en el precio del petróleo sería un factor que impulsaría hacia allá en el corto plazo), por lo que no se requerirían más ajustes al alza en la tasa de fondos federales. Es más, los próximos movimientos serían a la baja partiendo desde mediados del próximo año, escenario que se ha ido internalizando en los precios de mercado, con caídas de las tasas de interés en el margen”, apunta Inversiones Security.


Por su parte, las expectativas de inflación se estabilizaron en torno a los niveles consistente con la meta, por lo que todo el movimiento de las tasas nominales ha sido acompañado en magnitud similar en las tasas reales. “En este contexto, es que seguimos previendo una baja adicional en las tasas de interés, las que si bien han corregido algo en el margen, todavía tienen espacio para seguir disminuyendo, considerando que la tasa de convergencia implícita en el mercado para la tasa de fondos federales es de 3,8%, todavía muy por sobre el 2,5%-3% neutral”, precisa la entidad privada.


Como se mencionó, el alza de las tasas de interés de EE.UU. arrastró a las tasas de interés del resto del mundo. Por lo tanto, en el escenario previsto de caídas adicionales en las tasas de EE.UU. debieran corregir a la baja también las del resto. “Cabe destacar que acorde a nuestros cálculos el coeficiente de traspaso de las variaciones de las tasas externas de largo plazo (bono del Tesoro a 10 años) a tasas locales (BTP10) se ubica entre 0,4 y 0,5 en promedio, aunque en esta ocasión el traspaso del alza fue casi 1 a 1. No obstante, no esperamos que la baja sea de igual magnitud, debido a que hay fundamentos para prever que las tasas largas en Chile se mantengan en estos niveles. Por un lado, el panorama fiscal no es muy auspicioso, ya sea por la perspectiva de mayores gastos como por la de menores ingresos, lo que se traduciría en mayores déficits y por ende en un incremento en la relación deuda a PIB. Otro factor a considerar es que el spread entre la tasa norteamericana y la chilena está actualmente en 1,5pp, un desvío estándar por debajo de la media (2-2,5pp)”, apunta la institución.


Un panorama similar al de las tasas de interés se ha observado en el mercado cambiario. Desde mediados de julio el dólar a nivel global mostró un fortalecimiento significativo con respecto a una canasta de monedas, de 7,5% medidos por el índice DXY, en la medida que se fue internalizando una política monetaria restrictiva por más tiempo.


A su vez, el inicio del proceso de normalización monetaria por parte del Banco Central a fines de julio generó un diferencial en las curvas de rendimiento entre Chile y EE.UU. que -junto con la apreciación del dólar- gatilló una depreciación del peso. En efecto, la paridad peso/dólar pasó desde los $800 pesos a fines de julio, a $950 a mediados de octubre. Con ello, el desvío del Tipo de Cambio Real con respecto a sus promedios (de 5 ó 10 años) superó el 10%, levemente por debajo de lo observado en julio de 2022 (que gatilló la intervención de la autoridad monetaria). Este desvío llevó al Banco Central a dejar de acumular reservas y moderar el ritmo de recortes de la TPM en la reunión de política monetaria de octubre.


A pesar de la depreciación del peso, la inflación se ha seguido moderando en los últimos meses, llegando a 5% interanual en octubre. Asimismo, los distintos indicadores de inflación subyacente se han moderado, y lo han hecho a un ritmo mucho más rápido que lo previsto por el Banco Central en el IPoM de septiembre (gráfico 13). Por su parte, las expectativas de inflación a todos los plazos están ancladas en torno a 3%.


“Para los próximos meses nuestras proyecciones anticipan que la inflación subyacente seguiría muy contenida, debido a que el consumo privado seguiría acotado, como lo han reflejado las cifras disponibles del tercer trimestre. Dado lo anterior, nuestra visión para la reunión de política monetaria de diciembre es que el Banco Central retomaría ajustes más agresivos de la TPM, con un recorte de 100pp, para situar la TPM en 8% y señalar que el proceso de normalización monetaria seguiría durante 2024, llevando la TPM a 4,5% hacia fin de año, cerca de su valor neutral (3,75%), consistente con un ajuste rápido de la regla de Taylor”, consignó Inversiones Security.


europapress