Dialéctica hegeliana para los impuestos

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Germau0301n Pinto (1)


Nuevamente se ha mencionado que sería eficiente aumentar la base de tributación de los impuestos personales para lograr una mayor recaudación en una futura reforma tributaria, política que hasta ahora, no me convence.


Para poder dilucidar los atributos de tal idea, les propongo aplicar la dialéctica hegeliana de tesis, antítesis y síntesis, señalando como tesis el aumento de la base, presentar como antítesis los defectos de aquello, para continuar con una síntesis que compare ambos criterios y así seguir con el debate.


La tesis planteada de aumentar la base, se fundamente en el hecho evidente que el mismo Servicio de Impuestos Internos ha mencionado la semana pasada a través de un estudio realizado de la Operación Renta que finalizó en abril de este año, que el 74,2% de los contribuyentes del Impuesto Global Complementario está en el tramo exento.


Este tributo personal, progresivo y patrimonial (son tres atributos que aluden al mismo hecho) grava las rentas de las personas naturales generadas durante un año, de acuerdo a tramos, afectando con una tasa que parte de 4% hasta llegar al 40%. Los tramos están expresados en unidades tributarias anuales (UTA) considerando exento a todas las personas que tengan ingresos inferiores a 13,5 UTA (inferior a $ 9.997.434 este año). El segundo tramo afecta con tasa del 4% a quienes estén entre 13,5 a 30 UTA ($ 9.907.434,01 a $ 22.016.520,00); con tasa del 8% entre 30 UTA y 50 UTA ($ 22.016.520,01 a $ 36.694.200); con tasa 13,5 entre 50 UTA a 70 UTA ($ 36.694.200,01 a $ 51.371.880); con tasa 23% entre 70 UTA a 90 UTA ($ 51.371.880,01 a $ 66.049.560); con tasa 30,4% entre 90 UTA a 120 UTA ($ 66.049.560,01 a $ 88.066.080); con tasa 35,5% entre 120 UTA a 150 UTA ($ 88.066.080,01 a $ 227.504.040.); y con tasa 40% a todos quienes tengan ingresos anuales superiores a 150 UTA ($ 227.504.040,01 y más).


Lo impresionante que, según cifras del SII, son 8,4 millones de personas que están en el tramo exento, es decir, ganan menos de 9,9 millones de pesos al año. De acuerdo con la tesis de aumentar la base, resulta injusto que tantas personas solo reciban beneficios sociales (como subsidios habitacionales) y no aporten para ello. Para qué decir que dentro de ese grupo existen algunos contribuyentes que no declaran todos sus ingresos, sin considerar los contribuyentes informales que no cumplen con sus obligaciones tributarias.


Lo anterior es una verdad a medias, porque si bien no pagan el impuesto a la renta personal, sí pagan otros impuestos muy potentes como es el IVA. Si aceptamos que este grupo de contribuyentes gasta todos sus ingresos, podemos aceptar que de los 9,9 millones que recibieron, destinaron 19% para pagar IVA, es decir, al año pagan alrededor de 1,9 millones de pesos.


Otra tesis que se plantea para fundamentar el aumento de la base, tiene un talante más educativo, dejando de lado el objetivo de mayor recaudación. Se plantea que este grupo de contribuyentes deben pagar a lo menos mil pesos para que tengan conciencia de lo que cuestan los beneficios y así, sean ciudadanos y más comprometidos con el crecimiento del país.


¿Será eficiente la primera tesis y didacta la segunda para generar bienestar y un cambio de actitud?


Yo creo que no.


Si el objetivo es solucionar las necesidades sociales, ¿no será más eficiente que esos mil pesos se destinen a financiar un mejor plan de salud, acceder a algún seguro complementario o subsidio que satisfaga directamente alguna carencia que la población tiene?


Creo que la mirada que se está haciendo a este fenómeno de los 8,4 millones de personas exentas está errada, pues si bien ellos no aportan para el beneficio que reciben, corresponde a un hecho palmario: sus ingresos son insuficientes para tributar. Por lo tanto, la política no es bajar el peldaño para que más personas estén dentro del espectro impositivo, sino establecer una estrategia pública que permita que esos 8,4 millones tengan más ingresos para subir los peldaños, es decir, ayudarlos a subir la escalera y no bajar los peldaños.


Si existe crecimiento en el país, vamos a lograr que más personas tengan mejores ingresos, que existan políticas que permitan el crecimiento orgánico de las empresas, no permitiendo la atomización de la utilidad, sino la inversión directa en mano de obra y en insumos producidos por las pymes, lo que permite un incremento en la riqueza de la población.


En otras palabras, concentrarnos no en la recaudación, sino en generar en las condiciones que permitan que más personas puedan contribuir porque tienen más recursos.


Sin duda que es necesario poner en la balanza las tesis y las antítesis, ejercicio de síntesis, que se los dejo para que ustedes terminen el análisis.


Prof. Germán R. Pinto Perry

Director Programas de Especialización Tributaria

Centro de Investigación y Estudios Tributarios NRC

Universidad de Santiago

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