​¿De qué hablamos cuando hablamos de inclusión?

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Andrea Zondek


La inclusión es un derecho, pero este derecho no se verá reflejado en las organizaciones, si no tenemos un programa que les permita avanzar en esta línea. Para lograr el objetivo de que todas las personas de la empresa participen y contribuyan al desarrollo del negocio en igualdad de condiciones, es imperativo que los tiempos, presupuestos asignados, estrategias, compromiso y liderazgo, estén presentes en la empresa.


La inclusión está íntimamente relacionada con la cultura, y cuando la cultura de una organización es inclusiva, se entiende que cuentan con una política que considera promover la igualdad de oportunidades y la inclusión de las personas con discapacidad, Pero ¿cómo podemos lograr esto de forma sostenible dentro de una organización?


Analicemos el caso Goodyear, que ya para el año 1989, fue un referente de cambio en la cultura organizacional. Tenían la necesidad de implementar una cultura de calidad, y para esto la empresa dispuso el tiempo necesario para realizarlo, tardó cinco años en implementar y hacer seguimiento al proyecto. En el año 1989 se realizó un diagnóstico en el que se identificaron fortalezas y debilidades en la cultura. En el año 1990 se llevó a cabo la etapa de sensibilización con especial atención en los cargos directivos, para esto, dispusieron de presupuestos asignados. En los años siguientes se definieron y ejecutaron estrategias para fortalecer los puntos débiles. En el año 1994, se evidenció mejora significativa en el entusiasmo y compromiso en los empleados respecto a la cultura. Se disminuyeron las distancias entre jefes y subordinados, se aumentó en gran medida el nivel de autorresponsabilidad y un alto grado de confianza en la administración, mejorando el liderazgo dentro de la organización.


Este es un claro ejemplo de cómo podemos hacer sostenibles los procesos de cambio cultural dentro de las organizaciones, debemos pensar en programas, donde cada actividad que lo componga responda a una necesidad de la empresa, y que idealmente tenga un desarrollo a corto, mediano y largo plazo. Es en este escenario donde Fundación TACAL crea “La ruta de la Inclusión” proporcionando a las empresas todas las herramientas, para no solo responder de forma efectiva a las leyes, sino que, además, crear cambios culturales que se mantengan en el tiempo y que logren retener al talento con discapacidad en sus organizaciones.


De esto hablamos cuando hablamos de inclusión, la ley 21.075 llegó para ayudarnos a dejar de pensar que la inclusión es el resultado sólo de la incorporación de personas con discapacidad y que debemos pensar en todos los procesos que la componen. Teniendo esto claro, debemos trabajarlos para lograr que los cambios culturales dentro de las organizaciones resulten exitosos, efectivos y sostenibles en el tiempo. Si le sumamos a esto un proceso de selección basado en competencias, esta será la clave para lograr que las personas con discapacidad se mantengan en sus puestos de trabajo por mucho tiempo.


Andrea Zondek D.

Presidenta Fundación TACAL

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